El hotel Fairplay reabre sus puertas por y para gaditanos

Esta es la historia de un viejo sueño frustrado que tiene la suerte de contar con una segunda oportunidad. Corría el año 2005 y un curioso empresario belga, Bernard Devós, quiso abrir un complejo turístico lujoso en medio de la nada turística, perdido en el sur del Sur del viejo continente, en una nada llamada la Laguna de la Janda, en una cima de Benalup, antigua Casas Viejas, en la provincia de Cádiz. Y allí que lo levantó.

Recreó un pequeño pueblo andaluz con sus siete patios, cuestas, escaleras de barro, fachadas blancas como la cal... Este complejo hotelero ofrece hoy 134 habitaciones, con una arquitectura volcada hacia el paisaje, y regalando la vista del turista con auténticas obras de arte repartidas y con un gran campo de golf de 18 hoyos, pensado para atraer a jugadores desde los rincones más fríos de Europa.

Pero a Devós y a su proyecto les atropelló el tren de la crisis (curiosa imagen para ser un enamorado de lo ferroviario, como aún se observa en todo el hotel) y el gran proyecto turístico de Benalup se desmoronó como un gigante con los pies de barro, especialmente por su dependencia de las villas anexionadas al hotel como plan inmobiliario.

Hoy ya se puede afirmar, tras la compra del Grupo José Manuel Pascual Pascual que el proyecto que ideó el emprendedor belga vuelve a brillar. Una gestión nueva, de manos de María José Asencio y del director de hotel Vicente Artero, han hecho que el viejo sueño ponga los pies en la tierra. El próximo 30 de junio, el hotel Fairplay Golf reabre sus puertas con la vocación de centrarse en el cliente de la provincia, con una hostelería pensada para el gaditano.