Cuenta atrás para un desahucio en El Puerto

Mañana agónica para una familia que logra en el último momento llegar a un acuerdo para no ser desalojados

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Quedan tres días para que Nazaret Caro y José Antonio Fernández y sus dos hijos menores se queden «en la calle». La pareja ocupa desde hace tres años un piso en la barriada portuense de La Vid, y si nada ni nadie lo remedia, el viernes a las diez de la mañana tendrán que entregar las llaves de la casa en el juzgado. Si no lo hacen, serán desahuciados. La casa pertenece a ADIF. Esta misma mañana, Nazaret junto al primer teniente de alcalde Antonio Fernández (IU), la delegada de Vivienda, Matilde Roselló y el de Bienestar Social, Ángel María González, van a mantener una reunión en Sevilla con la entidad pública para intentar llegar a un acuerdo que permita al Ayuntamiento de El Puerto gestionar las viviendas que todavía dependen del Ministerio de Fomento.

Pero mientras llega ese acuerdo, las horas pasan y el reloj marcará sin remedio el plazo fijado judicialmente. Este martes una treintena de personas se ha manifestado a las puertas del inmueble para pedir una solución. «No teníamos otra opción», cuenta José Antonio. 30 años. En el paro y con una pequeña camioneta con la que hace algún porte que otro para sacar algo de dinero. «Estuvimos de alquiler unos años en la calle Durango pero todo vino a peor y nos tuvimos que ir de allí». Entonces, conocieron a la vecina que había heredado de su madre el piso de La Vid. Cuando ella se fue, les entregó sus llaves. «Fue hace tres años. En todo momento quisimos llegar a un acuerdo para pagar un alquiler social pero nos decían que no, que teníamos que irnos».

Así el 26 de octubre recibieron el aviso de que tenían que hacer las maletas y marcharse. Tuvieron un juicio y hubo fallo. «Yo no quiero la casa por la cara… de verdad… yo lo que quiero es que mis hijos no tengan que dormir en la calle». José Antonio se sincera. Es consciente de que la ocupación no le da derecho a seguir en ese piso pero pide para él, su mujer y sus hijos el mismo trato «que los demás» y «una solución». «¿Qué hago?», repite una y otra vez. «No me queda otra opción. No tenemos ningún otro sitio donde ir ni trabajo ni nada». Su hijo mayor sí se ha dado cuenta de lo que pasa y dice que no sabe qué contarle. «Espero que todo vaya bien…».

Los minutos pasaban hasta que por fin llegaban buenas noticias desde Sevilla. Finalmente,el Ayuntamiento llegaba a un acuerdo con ADIF y la familia de Nazaret no tendrá que entregar las llaves el viernes en el juzgado como estaba previsto. Además, ADIF ha cedido otras dos casas al Consistorio que se pondrán a disposición del registro municipal de demandantes con el objetivo de «poder adjudicarlas a otras dos familias con necesidades de habitabilidad, para que puedan así desarrollar sus vidas con más normalidad».

Por su parte la teniente de alcalde delegada de Vivienda Matilde Roselló ha expresado «la satisfacción que nos produce haber logrado este acuerdo por el bien de esta persona y su familia; y porque nuestro objetivo a largo plazo es poder ampliar el parque público de viviendas para cubrir las necesidades de tantas familias portuenses». El delegado de Bienestar Social Ángel M. González ha adelantado que «ahora se trasladará este principio de acuerdo al juzgado para notificar que se ha logrado parar el desahucio».

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