Vuelve la inquietud sobre la viabilidad del PGOU y las inversiones previstas

Las últimas novedades respecto al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ha vuelto a inquietar a colectivos, entidades y ciudadanos con respecto al proceso de regularización de sus viviendas. A pesar que desde el Ayuntamiento se ha intentado mandar un mensaje de tranquilidad, el que se haya admitido a trámite el recurso interpuesto por los ecologistas al documento, ha despertado el nerviosismo entre aquellas zonas pendientes de que se autorice la contratación del suministro de agua en general y alcantarillado en particular. De esta manera se solicita una solución inmediata y que se garantice que en el futuro no va a haber problemas.

«Cuando se ha empezado a asumir por parte de los propietarios que hay que aprobar nuevamente las Ordenanzas de Regularización, y ver cuáles son las alegaciones que han sido incluidas en el nuevo documento, aún sin contestar, surge la inquietud nuevamente sobre la viabilidad del PGOU y por lo tanto la planificación de todas las inversiones previstas y posibles, así como la necesidad de dotar de servicios básicos elextrarradio» , se expone desde la plataforma que asegura que «chirría» la advertencia reiterada del colectivo Ecologista en acción, «en que a su juicio el Plan General incumple la normativa europea y estatal, básicamente en la elaboración de los documentos estratégicos y que a nuestro entender la Junta de Andalucía ha pasado de puntillas con medias respuestas».

Desde el Ayuntameinto se insiste en que la admisión a trámite «simplemente significa que se cumple los requisitos formales para que pueda ser tramitado, es decir, que se ha presentado en plazo y forma. No significa nada más. Es decir, la admisión a trámite no significa que se entre en el fondo de la cuestión , es decir, en los argumentos que se dan en el recurso sobre la Evaluación Ambiental Estratégica y el crecimiento de suelos urbanizables».

El temor proviene en que el documento caiga de nuevo, pues se trata de la principal herramienta urbanística de la ciudad, la que debe blindar sus zonas más características, facilitar el crecimiento del resto y en este caso incluir aquellas zonas que actualmente no están regularizadas.