cádiz

Tres delincuentes intentan el timo de la estampita con una anciana en Cádiz

«Han pretendido engañar a mi madre a la altura del bar Stop en la avenida Juan Carlos I y quería poner en sobreaviso a la gente»

Mª santos j. cabrera
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Aunque parezcan timos antiguos que ya todo el mundo conoce, aún hay delincuentes dispuestos a utilizarlos con las personas más vulnerables como ancianos, personas sin estudios o con sus capacidades limitadas.

Esto es lo que le ocurrió a la madre de María S. M., a la que hace a penas unos días, concretamente el miércoles 16 de septiembre por la mañana, a la altura del bar Stop en la avenida Juan Carlos I en Cádiz, tres individuos intentaron timarla. «Mi madre caminaba por la zona de Lacave y una chica de alrededor de 30 años que vestía de negro y aparentaba tener pocas luces, se acercó a ella de 80 años, preguntándole por la calle San José y acto seguido le dijo que se había encontrado un billete de 50 euros con el que no sabía muy bien qué hacer y se lo enseñó».

Al poco tiempo entró en acción la segunda de las personas implicadas en la supuesta estafa. «A continuación se le acercó otra señora, descrita por mi madre como rubia, con media melena, bien parecida y con muy buena pinta y le preguntó también a ella por esa misma calle y contándole lo del billete de 50 euros, la señora rubia en cuestión le dijo que se los guardase que igual si se los enseñaba a otro tipo de personas se lo iban a quitar», relata María.

«Al ver tanto dinero, la anciana de 80 años se asustó y quiso irse pero no la dejaron marcharse»

«Tras esto, la chica de negro sacó un paquete de su bolso y dijo a mi madre que al bajar del tren y recoger su maleta se había encontrado con ese paquete, del que extrajo una cantidad enorme de billetes amontonados», cuenta María que explica que su madre al ver el dinero se puso muy nerviosa y quiso irse. Pero la otra señora, la rubia, la sujetó por el brazo y le dijo, «no, no te vayas, vamos a ayudarla». En ese momento, la mujer rubia llevó del brazo a la anciana hasta un coche y le dijo que su marido, que es abogado estaba dentro del vehículo y quizá pudiera aconsejarles qué hacer. Estas dos individuas metieron a la anciana en el coche y una vez dentro los tres siguieron hablando del tema intentando sacar información sobre sus pertenencias a la anciana. «La chica de negro decía que se lo iba a llevar a unas monjas que por eso preguntaba por la calle San José y el supuesto matrimonio le aconsejaba que se lo quedara ella», explica María que dice que su madre sufre un ataque de nervios desde entonces de pensar lo que podía haberle pasado. En un punto de la conversación, el supuesto marido, dijo que él no era ni pobre ni rico, que lo que tenía era su libreta del banco y poco más, enseñándola, y que lo que tenía valor hoy en día era el oro, enseñándo una pulsera tipo esclava que llevaba puesta. Y mientras, las otras preguntaban a la anciana, «¿como usted, no?, ¿usted también tendrá libreta?». La anciana les respondió que claro que sí, que tenía su libreta donde le ingresaban su pensión de viuda. Y le siguen preguntando sobre si poseía joyas. A lo que la anciana dijo tajantemente que no, que «lo único que tenía de oro eran sus alianzas». Los tres individuos debieron de pensar que no merecía la pena la estafa y afortunadamente la dejaron marchar.

«Es el timo de la estampita en toda regla», se indigna María que se asustó muchísimo cuando su madre le explicó todo lo ocurrido y su primer impulso fue acercarse a denunciar a Comisaría. «No he denunciado porque para mi madre sólo el hecho de ir a Comisaría ya le suponía un estado de nerviosismo porque ha sido consciente después del peligro al que ha estado expuesta y de lo que le podía haber pasado», comenta María que, no ha querido someter a su madre a más agobios al, afortunadamente, no haberse finalizado la estafa.

«Quería poner en sobreaviso a los ciudadanos de Cádiz para que no les pase lo que a mi madre o algo peor», recalca María que ha difundido por redes sociales y en medios de comunicación lo ocurrido. «Siento rabia e impotencia», añade.

«Estos desalmados tantean a personas mayores, nobles y sin maldad, como es el caso de mi madre»

Tras consultar con fuentes policiales, al parecer, tres individuos que responden a estos perfiles, han timado a otra anciana 600 euros y fueron detenidos pero actualmente se encuentran en la calle. Timos como el de la estampita parecen ya obsoletos y antiguos pero siguen funcionando con los más indefensos. «La única forma de que no siga ocurriendo es alertar a todos para que las personas más débiles estén preparadas para enfrentarse a estas situaciones». El timo del revisor del gas, es otro de los más usados por esta clase de delincuentes sin escrúpulos. Llaman a la puerta de domicilios en los que viven personas mayores y con la excusa de revisar la instalación de gas, les obligan a pagar facturas ficticias y los asustan con convertirse en morosos y utilizan todo tipo de artimañas para que les pagen. Situaciones de las que sin duda, hay que alertar, para que dejen de ocurrir de una vez por todas.

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