El proyecto puede generar más de 400 puestos de trabajo

La transformación de la antigua estación de trenes de Cádiz en un mercado gastronómico con espacio para detallistas, hosteleros y comerciantes de todo tipo es una de las grandes apuestas de futuro de la ciudad de Cádiz. Este equipamiento está llamado a convertirse en uno de los grandes motores de la economía gaditana, y más allá de eso, a ser uno de los grandes atractivos para los miles de turistas que cada año pasan por la ciudad.

Por eso hay impaciencia y expectación por verlo convertido en realidad. En principio, y una vez superado un trámite burocrático que se ha visto ralentizado por el reciente proceso electoral en la ciudad de Cádiz, hay que calcular que en poco más de un año podrá abrir sus puertas.

Quedan por delante unos dos meses para validar el proyecto de construcción y otros diez para ejecutar las obras necesarias en el interior del espectacular edificio de 1905.

Y todo esto se va a traducir en empleo. Las primeras estimaciones permiten ser optimistas. El mercado no se cerrará en todo el día, por lo que es más que previsible que cada emprendedor tenga que contar con personal para regentar su negocio. Un mínimo de dos; un máximo de 40 en los negocios de restauración que ocuparán las torres que enmarcan la entrada al viejo vestíbulo de la estación. La cifra será también importante en el caso de los negocios de hostelería, que además de contratar camareros tendrán que contar con cocineros. A esto hay que añadir que incluso los puestos de carne o pescado ofrecerán el tradicional servicio de mercado durante la mañana y a partir de mediodía podrán cocinar en sus propias instalaciones sus productos, ya que contarán con planchas o pequeñas cocinas en las mismas.

De esta forma, aunque los responsables del proyecto son reticentes a hablar de cifras, se puede hacer un cálculo realista de más de 400 empleos directos. Además de esto, se maneja una cifra de empleos indirectos relacionados con la puesta en marcha de los negocios, entre gestores, proveedores, etc., que rondaría el centenar de personas.

Los promotores del mercado consideran que estas cifras son perfectamente asumibles desde el momento en que los emprendedores se van a encontrar con unos espacios para montar sus negocios que ya están construidos, por lo que la inversión inicial va a ser muy limitada, teniendo en cuenta que la empresa que gestiona el equipamiento se encarga de poner el mobiliario común o el servicio de limpieza, entre otros servicios comunitarios. Esto, dicen, no hará más que facilitar la contratación de empleados, puesto que los beneficios van a llegar a muy corto plazo al bolsillo de los empresarios.

Apoyo empresarial

Hace solo unos días el impulsor de este proyecto, Álvaro Linares, presentaba el futuro mercado de la estación a un buen número de empresarios en la Cámara de Comercio de Cádiz. Asegura que la acogida fue excelente y que precisamente la Cámara de Comercio puede jugar un papel importante en el desarrollo del gastromercado.

La institución posee numerosos mecanismos y programas específicos destinados no solo a asesorar a quienes quieren lanzarse al mundo del emprendimiento, sino que también ofrece un plan especial destinado a autónomos que permite obtener importantes descuentos en la cuota de la Seguridad Social al principio de su actividad, con lo que se favorece el autoempleo como fórmula para ganarse la vida.

De momento se han generado muchas expectativas en torno a este proyecto en la capital gaditana. Tanto es así, que explican sus responsables que hasta se ha tenido que parar el plan de comercialización tras desbordarse las previsiones de recepción de ofertas.

Son muchísimos los interesados en montar un negocio en este espacio, que será el mayor de España de sus características y que ya cuenta con exitosos referentes en otras ciudades del país. Hay que tener en cuenta que no solo conjugará una oferta amplísima, que va desde el mercado de abastos tradicional para los barrios cercanos, hasta una oferta hostelera que contentará tanto a los paladares más exquisitos como a los amantes de la comida rápida, sino que se encuentra justo en el centro neurálgico de las comunicaciones de la ciudad. Solo contando a los que llegan allí a través de los distintos medios de transporte –catamarán, tren, autobús o a bordo de los cruceros– se calcula que pasan al año por este espacio unos 3 millones de personas.