Los visados por obra nueva en la provincia suben con alojamientos turísticos y casas de lujo

Bastante razón tenía el arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva: «La Arquitectura es acto social por excelencia, arte utilitario, como proyección de la vida misma, ligada a problemas económicos y sociales y no únicamente a normas estéticas». Y en esa unión, los arquitectos sufren los problemas de la sociedad y disfrutan con sus alegrías. Después de años de dura recesión económica, que se ha dejado sentir especialmente en la profesión, el Colegio de Arquitectos de Cádiz comienza a apreciar una mejora en el sector. Lo descubre a través del control que ejerce sobre el visado de proyectos que, desde primeros de 2015, se incrementa paulatinamente. Concretamente, se trata de un crecimiento «constante y estable» de entorno al 5 o el 7%. 

Quien reconoce la subida es el nuevo decano del Colegio de Arquitectos, Fernando Mejías, que nada más acceder al cargo ha querido conocer de primera mano la situación en la que se encuentra el Colegio, tras la crisis que obligó a realizar duros ajustes. De hecho, los visados que los más de 800 asociados en la provincia deben solicitar costean el presupuesto de la oficina de visados del Colegio. Eso les permite controlar y conocer de primera mano el avance del sector de la construcción en la provincia.  «Se está cumpliendo lo previsto presupuestariamente e incluso con un porcentaje por encima de lo previsto. Eso significa que se están visando más trabajos profesionales», reconoce el decano.

En este sentido, por sectores, los que han llevado a remontar el número de visados han sido principalmente las promociones de viviendas unifamiliares de lujo en la zona del Campo de Gibraltar y la construcción o rehabilitación de viviendas para adaptarlas a alojamientos turísticos en apartamentos. En este sentido, Mejías explica que la mayor parte de visados se han producido en las zonas de costa de la provincia de Cádiz. 

En segundo lugar, en el Colegio de Arquitectos han detectado igualmente visados para viviendas, «sobre todo, unifamiliares y pequeñas promociones de mediana entidad, de unas 30 o 40 viviendas», reconoce Mejías. En este sentido, muchas de estas promociones son proyectos que ya estaban planificados desde antes de la crisis y que ahora se han vuelto a retomar. Igualmente, algunas de las obras que empezarán o ya han arrancado están impulsadas por cooperativas de propietarios que se han decidido a realizar la construcción de su propia vivienda. 

Los datos suponen la vuelta al optimismo al Colegio de Arquitectos después de vivir una fuerte caída que se produjo hasta el año 2013. Sin embargo, no fue hasta principios de este año cuando ha comenzado a materializarse el incremento de visados. Un aumento que en cifras no que «no son muy significativas pero que suponen «alegría y tranquilidad». Principalmente porque el crecimiento entre el 5 y el 7% se está produciendo de forma constante y sostenida mes a mes, lo que supone un incremento constante y «estable», «sin subidas y bajadas», como reconoce el decano. Eso implica que la recuperación del sector, aunque lenta, se está asentando sobre cimientos sólidos. 

En cualquier caso, Mejías quiere dejar claro que «el visado de proyectos no implica el inicio inmediato de las obras». «Sin embargo, generalmente implica que tiene muchos visos de que se inicie una obra», reconoce el decano ante un cambio de tendencia que implica dejar atrás la crisis más grave que ha experimentado la arquitectura en las últimas décadas.