Imagen de la reunión entre Teófila Martínez y Fran González cuando este asumió la portavocía del PSOE en 2012
Imagen de la reunión entre Teófila Martínez y Fran González cuando este asumió la portavocía del PSOE en 2012 - L. V.
elecciones municipales

El PSOE se sentará a hablar con Teófila, y advierte que no habrá «barra libre» para nadie

Los socialistas aún no tienen claro si acudirán al debate previo a la investidura al que les ha convocado José María González

Antonio M. de la Vega
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El PSOE tiene claro su camino y su papel después de las elecciones prácticamente desde la misma noche del 24 de mayo. Ciertamente no hay nada oficial, no ha habido reuniones, ni internas ni con otros partidos, no se ha sellado ningún pacto, pero todos en la agrupación local, en la candidatura de Fran González, tienen la misma idea. Lo más lógico es que se apoye la investidura de José María González 'Kichi' como alcalde.

No es para ellos la mejor opción. Ni siquiera piensan que sea buena, pero es lo que toca. Los socialistas gaditanos creen que su electorado no entendería que no se aproveche la oportunidad de quitarle el mando al PP después de 20 años. Pero aceptan su situación con resignación, casi con amargura, como explican fuentes del partido.

Esperaban que fuera Fran González el que estuviera llamando a los demás para pedirles su apoyo y ser el nuevo alcalde de Cádiz, en lugar de estar esperando a que suene su móvil.

La realidad es tozuda y se asume como viene. Fran González tiene la llave del gobierno municipal y, siendo como es, un hombre educado, templado, siempre correcto en las formas (hasta el punto de que muchos le acusen de tibio en sus posicionamientos), no le va a negar a nadie el desahogo de quemar sus últimos cartuchos.

El PSOE va a hablar con quien se lo pida. Lo va a hacer con Por Cádiz sí se puede. Ayer mismo su candidato a la Alcaldía, José María González 'Kichi' le convocaba, junto a Martín Vila (Ganemos), a un debate público previo a la investidura.

También ayer Teófila Martínez anunciaba que va a iniciar una ronda de contactos con el resto de partidos de la Corporación para intentar llegar a un acuerdo que le permita gobernar tras haber sido la lista más votada. El PSOE no va a rechazar esta invitación. Se va a sentar con la alcaldesa en funciones. El argumento es que «después de veinte años de sectarismo de Teófila Martínez no vamos a ser iguales». Pero advierten: «Otra cosa es que no se va a llegar a nada».

El PSOE esgrime que los programas de ambos partidos son contrapuestos y aseguran que «no se va a gobernar a cualquier precio». Por descontado, no solo desmiente se haya producido, sino que avisan de que ni se plantearían una oferta similar a la que ha hecho (con nulo resultado) Esperanza Aguirre en Madrid al candidato del PSOE, Antonio Miguel Carmona. Allí se le ha ofrecido al eterno rival el sillón de alcalde para evitar un pacto con Podemos que, finalmente, se ha consumado.

«Un pacto entre el PP y el PSOE no es del interés de los gaditanos», dicen en Gaspar del Pino. Tienen claro que «la gente está ilusionada con el cambio», aunque ellos creen que Por Cádiz sí se puede no es el partido idóneo para encabezarlo.

En cualquier caso, el candidato del PSOE a la Alcaldía de Cádiz, Fran González, ha roto por fin su silencio para asegurar que están dispuestos a «dialogar con todos» los que, como el PSOE, han obtenido representación en el Ayuntamiento gaditano tras los comicios del pasado domingo -PP, Por Cádiz sí se puede, Ganar Cádiz en Común y Ciudadanos'-, si bien deja claro que «no le vamos a dar barra libre a nadie».

«No vamos a ser cómplices de mantener a nadie en el gobierno o garantizar que lleguen otros como un mero intercambio de cromos», ha asegurado González a Europa Press, añadiendo que no van a tolerar «la falta de diálogo y el sectarismo por parte de ninguna fuerza política. El tiempo de las imposiciones ha pasado. Es momento del diálogo», asevera.

Asegura González que los socialistas van «ejercer la responsabilidad que nos han otorgado los ciudadanos» y a ser «los garantes de defender los intereses de los gaditanos», pues mirarán «por los intereses y el bien de la ciudad, no por los del PP ni los de Podemos», apostilla.

Así, van a «sentar unas líneas a partir de las que construir el futuro de la ciudad». Se trata de unas propuestas que «van a ser conocidas en los próximos días por todos los gaditanos con luz y taquígrafos», pues «la transparencia va a imperar en todo este proceso».

Incide en que, «a pesar de las distancias», el PSOE «no va a excluir a nadie» y va a sentarse «con todas las fuerzas políticas para dialogar propuestas concretas y compromisos en beneficio de los gaditanos».

«Es el momento de concretar las respuestas a los problemas de los ciudadanos, y no del reparto de sillones. No vamos a dar barra libre a ninguna formación política», sentencia.

Respecto a la oferta, casi imposición, de Por Cádiz sí se puede de realizar un debate público, en el que los candidatos sean interpelados por los ciudadanos. No hay miedo a debatir, dicen desde el PSOE, de hecho «ya lo hemos hecho tres veces durante la campaña», pero no están gustando demasiado las formas.

Algunas de las líneas rojas que plantea Kichi son difíciles de asumir para el PSOE. Su experiencia en la gestión les hace temer que no se puedan llevar a cabo medidas que no cuentan con una planificación precisa, con una base económica realista, como pueden ser la remunicipalización de los servicios públicos externalizados o la erradicación de la infravivienda en cuatro años, como promete el grupo vinculado a Podemos.

Aún así, lo más probable es que el acuerdo llegue. Solo para la investidura, sin más compromiso. Esto obligará a negociar, a hacer un trabajo minucioso de cirugía política en cada Pleno, en cada debate, suturando diferencias, colocando puntos de aproximación. No va a ser un mandato fácil.

Y todo esto con la espada de Damocles de los intereses regionales o nacionales. La ejecutiva provincial no va a poner trabas al acuerdo. Tampoco parece que desde Ferraz se vaya a coartar la autonomía del PSOE gaditano, pero todos miran a Sevilla. Los movimientos de Susana Díaz son imprevisibles, su futuro también se juega en Cádiz, por más que Podemos insista en que el Ayuntamiento no va a ser moneda de cambio para llegar a un acuerdo de investidura en la Junta.

No hay indicaciones de momento. Es el momento de asumir la situación y afrontarla con la firmeza que el momento requiere. Mañana se reúne la ejecutiva local. Hablarán de los resultados, analizarán el tablero político que queda en la ciudad y expresarán sus deseos. La inmensa mayoría ya los ha expresado de un modo u otro. La opción de desbancar al PP es demasiado jugosa. A partir de ahí, ya se verá. A fin de cuentas, los resultados han sido malos, sin paliativos, pero el PSOE es clave. Va tener poder, aún desde la oposición y después de muchos años algunas de sus propuestas pueden salir adelante. Eso, claro está, si los que abanderan el diálogo y las nuevas formas no caen en los vicios de sus predecesores.

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