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Los primeros vehículos empezaron a circular por el nuevo nudo - f.J.
SEGUNDO PUENTE

Queda inaugurada esta rotonda

El alivio de vecinos y comerciantes se mezcla con alguna queja, la precampaña y la intuición de un nudo que transformará los hábitos cotidianos en Cádiz

JOSÉ LANDI
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Durante años se ha usado como chascarrillo para definir el afán publicitario de los candidatos a cualquier cosa, el furor inaugurador que marca los días previos a las campañas electorales. Si en la preshistoria eran pantanos, el símbolo de estos tiempos son esas conexiones circulares de carreteras y avenidas, por las que nadie sabe conducir, creadas para agilizar el tránsito y especializadas en complicarlo. «Queda inaugurada esta rotonda».

El chiste manido fue muy repetido cuando a las 19.29 de este miércoles 29 de abril entró en funcionamiento la madre de todas las rotondas, la del segundo puente, la conexión del gran viaducto que unirá Cádiz con la Bahía o viceversa.

En este caso, el afán electoral de los inauguradores y la expectación tenían cierta justificación.

Será el puente con mayor punto de altura (gálibo) de Europa. La obra más costosa que afronta el Ministerio de Fomento actualmente en España. Transformará los hábitos de la ciudad que, por primera vez en su milenaria historia, tendrá un acceso terrestre que no está en el extremo sur del istmo.

Por primera vez, será posible llegar desde la Península a la mitad de la plataforma de piedra ostionera que es Cádiz, desembarcar en un punto equidistante entre Cortadura y el casco antiguo, que pondrá el centro de la capital gaditana a la misma distancia de Puerto Real que del Carranza.

Había motivos para hacerse fotos con casco de obra y chalecos (uniforme de visita política), para recorrer a pie el trazado. Es la gran obra, el gran legado, el símbolo del gobierno local desde 1995. Y a menos de un mes de las elecciones municipales, más aún.

Una comitiva llamativamente nutrida, con más de medio centenar de personas entre autoridades, técnicos y medios de comunicación, encabezada por la alcaldesa, el delegado del Gobierno en Andalucía y el subdelegado en la provincia, dio la vuelta al ruedo o rotonda antes de que retirasen las últimas vallas y señales, de que la Policía Local abriera los semáforos.

El primero que recorrió la nueva vía fue un maduro conductor de una Vespa 50 roja. Saludó al respetable de las aceras como un torero, mostrando el revés de la mano abierta. Los primeros coches también tocaron el claxon al pasar, como en las celebraciones de victorias deportivas. Cádiz es una ciudad dada a celebrar lo cotidiano como acontecimiento, a improvisar alguna risa en cualquier circunstancia.

El público, apenas un centenar de paseantes que coincidieron, jaleaban a los primeros conductores que pasaban pero, minutos antes, unos pocos habían dedicado algunos gritos a Teófila Martínez, afeándole la falta de trabajo en la ciudad y el coste de la obra. Otros tantos, en cambio, le habían estampado besos o le pidieron que se hiciera fotos de móvil con sus hijos «que hacen la comunión el domingo» mientras la animaban a desoír las quejas. Hubo incluso un civilizado pique verbal entre un partidario y un detractor. Debate electoral ciudadano a pie de obra.

Ya con la circulación en marcha, la alcaldesa recordó la importancia de reabrir (parcialmente, claro, sin el nervio central del entronque con el puente) la rotonda que conecta las avenidas de Las Cortes, Huelva y la Bahía. «Era necesario abrirla. Esta zona se había quedado demasiado dividida. Tenía que haber estado en febrero, se ha retrasado unos dos o tres meses y todos, comerciantes, vecinos, nosotros, estábamos deseando que se reabriera aunque no esté la conexión con el puente. Nos va a servir a todos para acostumbranos a esta rotonda tan importante. Cuando lleguen los coches del viaducto, no va a ser tan sorpresivo. Vamos a estar más habituados», aseguró. Teófila Martínez recordó, eso sí, que cuando el puente esté en marcha, toda la rotonda estará regulada por semáforos que ahora no existen.

La regidora rechazó las críticas sobre «lo complicada que iba a ser la rotonda» o lo agresivas que iban a ser sus pendientes «han comprobado que los técnicos trabajan con muchos conocimientos y que la rotonda está integrada». Agradeció la comprensión y paciencia de comerciantes, de vecinos, y destacó «lo atractivo que se ha vuelto entrar y salir de Cádiz por este perfil marítimo».

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