«No nos vamos de la Escuela de Hostelería hasta que no veamos nuestras nóminas»

«No nos moveremos de aquí hasta que no veamos el ingreso en nuestra cuenta, con el 100% ingresado de las siete nóminas que nos deben». Así resume el portavoz de la Escuela de Hostelería de Cádiz, en la Alameda Marqués de Comillas, Juan Ramón González.

La plantilla ha vuelto a un encierro sin fecha de finalización tras el último de los muchos incumplimientos de la Junta, que es la Administración de quien depende este servicio y quien ha de responder con una remesa suficiente al pago de siete nóminas adeudadas a 17 trabajadores.

La semana pasada se dio por zanjando este asunto, tras la promesa de la Consejería de Educación prometió el pago «antes del día 19 de diciembre». Pero llegó el sábado 20 diciembre y los trabajadores sólo recibieron una explicación: sólo se había abonado el 25% de lo adeudado y quedaba embargado por Hacienda y la Seguridad Social.

«Lo único que nos ha llegado es una nómina y nos la retienen. No entendemos nada. Ni queremos saber más. Nos trasladan problemas administrativos que no son nuestros. Lo único que queremos es cobrar lo que nos corresponde», responde desesperado el portavoz de la Escuela, que no sabe qué contestar a estas alturas. Agotado psicológicamente.

«Menos mal que no recogimos los colchones porque no hemos tardado ni dos días en volver al encierro. Y ya no nos vamos más hasta que no veamos el dinero», sentencia el profesor de Cocina, y añade que estas «no son formas de tratar a las personas».

Aquí cabe recordar que la plantilla de la Escuela de Hostelería recibió la semana pasada las disculpas públicas de la propia presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz y del consejero de Educación Luciano Alonso. Pero ni esto ha sido suficiente para que se cumpla lo prometido. La Administración andaluza vuelve a alegar trabas burocráticas para excusarse ante este nuevo impago.

Como anécdota curiosa, la Lotería no ha querido ser cruel con esta castigada plantilla dejándoles al menos el reintegro del número que compraron el viernes, cuando creían que iban a cobrar las nóminas adeudadas por la Junta. «Al menos, tenemos los 20 euros que nos habíamos gastado», apunta con sarcasmo Juan Ramón González.