La lluvia ahoga el Viernes Santo en Cádiz

No hubo tregua. Ayer, Viernes Santo, la lluvia se convirtió en protagonista destacada e inoportuna de la Semana Santa. El día de de luto por la muerte del Señor, cuatro hermandades tenían previsto hacer estación de penitencia. Sin embargo, tras la reunión de los hermanos mayores en la sede del Consejo, la única hermandad que se decidió por hacer estación de penitencia fue Expiración.

La cofradía inició su camino a las 17.30 horas desde la parroquia Castrense. Las puertas de Santo Ángel se abrieron con casi media hora de retraso respecto al horario establecido. Expiración, la primera hermandad del Viernes Santo, se arriesga y la Cruz de guía sale resuelta a la calle la calle camino de la Catedral. Sin embargo, a las 18.45 horas, comenzaba a llover levemente en Cádiz y la procesión, que se encontraba en ese momento en Hospital de Mujeres, tuvo que apretar el paso. A las 19.00 horas, el Cristo de la Expiración llegaba a la Catedral gaditana. En la presidencia del Cristo, el coronel de la Guardia Civil, Antonio Tocón, y el concejal delegado de Bienestar Social, José Macías.

Pasadas las 19.35horas, la Cruz de guía se asomó a la calle Arquitecto Acero, pero la lluvia la obligó a resguardarse nuevamente en el templo. Los partes meteorológicos llegaban anunciando más agua y la junta de gobierno decidió finalmente salir de la Catedral 'a paso de tambor' para llegar a la parroquia del Santo Ángel de Cádiz antes de las 22.00 horas, cuando se esperaban los aguaceros de mayor intensidad. Pasadas las 22.30 horas, el Cristo de la Expiración y la Virgen de la Victoria entraban en la parroquia Castrense bastante mojados.

El resto de hermandades del Viernes Santo optaron por la vía conservadora. Servitas fue la primera en suspender su estación de penitencia. Es el tercer año consecutivo que esta cofradía no ve la calle. La Junta de Gobierno de Siete Palabras anunció poco antes de las 19.40 horas que no se arriesgaba a salir. Tampoco Buena Muerte se decidió a procesionar este año porque la amenaza de lluvia era muy alta, según explicó el presidente del Consejo Local de Hermandades.