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De los ajustes a los desahucios

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Durao Barroso adelanta al Gobierno que la UE no pedirá a España este año más sacrificios «porque ya se han tomado medidas suficientes»

Cádiz. Escenas de sofá para hablar de los aspectos más polémicos y puntillosos que asolan a la economía nacional. La crisis y los desahucios monopolizaron ayer los encuentros bilaterales entre los dirigentes latinoamericanos mientras el levante soplaba con fuerza al otro lado de las cristaleras del Parador de Cádiz. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reservó uno de los salones nobles del hotel Atlántico para debatir por turnos sobre temas de actualidad con el líder del Gobierno de Colombia, Juan Manuel Santos, el responsable político de Ecuador, Rafael Correa, y el primer mandatario de Honduras, Porifirio Lobo, así como con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Los efectos de la crisis y las medidas de ajuste implantadas por el Gobierno español, amén de la reciente huelga general, estuvieron en las conversaciones.

Durao Barroso confirmó ayer a Rajoy que la Unión Europea no pedirá más ajustes a España este año por considerar que ya se han tomado medidas suficientes para corregir el déficit excesivo. En la reunión bilateral mantenida ayer, el presidente del Ejecutivo comunitario elogió a Rajoy los «esfuerzos significativos» del Gobierno y de los ciudadanos españoles para corregir los desequilibrios económicos y admitió que estas medidas suponen «importantes sacrificios para una gran parte de la población».

No obstante, Barroso resaltó que, según el análisis de la Comisión hecho público esta semana, «España está tomando medidas que son efectivas en la corrección del déficit excesivo». «Los dos se han congratulado de esta comunicación, ya que esto significa que la Comisión no pedirá medidas adicionales durante este año». El presidente del Gobierno y el presidente de la Comisión son conscientes de que la situación a la que se enfrentan muchos españoles sigue siendo muy difícil, en particular, por el inaceptablemente alto número de personas sin empleo.

Barroso le ha dijo a Rajoy que la Comisión «está utilizando todos los instrumentos a su disposición para recuperar el crecimiento en Europa y así, crear empleo y hacer frente a los graves problemas sociales a los que hacen frente actualmente los ciudadanos europeos. Ambos mandatarios hablaron también del presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020, que se discutirá en la cumbre de líderes europeos la próxima semana en Bruselas. Ambos presidentes subrayaron que este presupuesto deberá contribuir a crear las condiciones para que aumente la inversión, crezca la economía de manera sostenible y duradera y se genere empleo.

Por otra parte, el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, también mantuvo un contacto con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el que abordaron las medidas aprobadas el jueves por el Consejo de ministros ante los desahucios, un problema que afecta a muchos ecuatorianos residentes en España.

Renegociar las hipotecas

Rajoy y Correa mantuvieron esta reunión para intercambiar puntos de vista sobre las relaciones bilaterales y diversas cuestiones de la agenda internacional. Rajoy explicó a su interlocutor las decisiones contenidas en el real decreto ley de medidas urgentes sobre los desahucios y le detalló asuntos como el aumento del umbral de renta para que las familias puedan renegociar sus hipotecas con las entidades financieras.

Correa, al término de la entrevista se hizo eco de ello en su cuenta de la red social Twitter al señalar que Rajoy le había trasladado que se paralizarán durante dos años los desahucios para familias con ingresos anuales inferiores a 19.000 euros. Sobre los desahucios ya habían hablado en varias ocasiones Rajoy y Correa, como en la entrevista que mantuvieron en Madrid el pasado 17 de marzo.

Una cita que se celebró horas después de que el presidente ecuatoriano se reuniera en Murcia con muchos de sus compatriotas residentes en España que le expusieron los graves problemas que estaban teniendo ante las ejecuciones hipotecarias en medio de la crisis económica.

En aquella ocasión, Correa agradeció la tarea del Gobierno español para buscar soluciones, pero expresó su asombro por el hecho de que el riesgo derivado de la crisis financiera recayera sobre las personas y no sobre el capital.

Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó ayer que en su país hay importantes expectativas de negocio. Santos reconoció que en los próximos dos años hará concesiones e inversiones público-privadas por valor de 30.000 millones de dólares. En este sentido destacó que hay «oportunidades enormes» para las empresas españoles. El presidente colombiano reveló además que su países es donde más ha crecido la inversión extranjera de América Latina. El mes que veiene iniciará negociaciones para estrechar las relaciones comerciales con Japón.

Pero además de los encuentros con los anfitriones de la cumbre , los presidentes que asisten a ella aprovecharon para tratar los temas que les interesan o preocupan al amparo de la cita de Cádiz. Una de las más solicitada fue la celebrada con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que se estrena en esta cumbre.El jefe de Estado de Haití, Michel Martelly, que participa como invitado especial en la Cumbre, es uno de los más activos con una apretada agenda.

Martelly se entrevistó con Roussef, con el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, y con el hondureño, Porfirio Lobo. Con Lobo trató la deforestación de Haití y el presidente de Honduras se comprometió a enviar a un grupo de expertos al país caribeño para examinar la situación antes del envío de una comisión de asesores para acometer eventuales proyectos de reforestación.

En la agenda de Martelly están también previstos encuentros bilaterales con Santos y Morales.

Estas reuniones discretas cara a cara son aprovechadas en general en las cumbres para tratar temas que los países tienen interés en tratar lejos de los focos.

En este caso, los dos países de la Península Ibérica, España y Portugal buscan aunar apoyos para sus aspiraciones a ocupar el próximo año, en el caso español, un asiento como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Así, Portugal busca en Cádiz apoyos para su candidatura a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, según reconocieron fuentes de la delegación lusa, que dijeron que ese tema será tratado en las conversaciones que surjan del presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, con otros mandatarios, entre los que citaron a Dilma Rousseff.