El único negocio que no conoce la crisis

La bonanza también es posible en época de crisis. El único negocio que no conoce la depresión y que sigue creciendo en dividendos es el narcotráfico, que tiene en la provincia de Cádiz su puerta principal de entrada hacia Europa. El mercadeo a gran escala de hachís sigue en aumento como reflejan las cifras de actividad de la memoria de la Fiscalía Antidroga de la que se presentó ayer un avance en la sede del Ministerio Público en Cádiz. Solo un dato sirve para demostrar lo arraigado de una actividad ilícita que mueve al año millones de euros: El 46% del hachís intervenido en el país durante 2011 se requisó en la provincia.

La Fiscalía gaditana ha lanzado de forma definitiva una petición formal al fiscal general del Estado para armarse de más elementos con los que combatir una lacra que no decrece, sino todo lo contrario. Como indicaba ayer la fiscal jefe de la provincia, Ángeles Ayuso, «el narcotráfico forma parte de la economía sumergida, de la que viven cada vez más personas». La propuesta es que se creen juzgados especializados en narcotráfico, siguiendo el buen resultado que han tenido los órganos de violencia de género. «El extraordinario número de asuntos por delitos contra la salud pública y sobre todo la extrema complejidad de la fase de instrucción, recomiendan que se creen órganos judiciales especializados en estos casos».

Así, la Fiscalía recoge una vieja demanda de los colectivos antidroga que ven cómo procesos contra grandes organizaciones de traficantes se atascan porque el juez instructor no solo debe atender ese asunto sino otros que le llegan por el reparto ordinario de tareas. Desde el Ministerio Público entienden que es el momento propicio para llevar a cabo esa especialización, cuando se está trabajando en una reforma de la demarcación judicial, la cual va encaminada a reducir los partidos judiciales y a especializar órganos, según defiende el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el proyecto de nueva planta judicial que propone como documento de trabajo.

La situación es cada vez más complicada de enfrentar. Cada año se inician más procesos contra redes de narcotráfico y la crisis está empujando a más personas a entrar en el negocio. Así lo reconocía el fiscal delegado antidroga en el Campo de Gibraltar, donde han aumentado en un 20% los juicios contra ciudadanos que tratan de introducir pequeñas cantidades de hachís desde Marruecos a Algeciras como pasajeros de los ferrys. Son los conocidos ‘culeros’. «Los reclutan las bandas para ejercer el papel de más riesgo. Son los que se exponen más a una detención. Muchos declaran que no se dedican a ello, que son gente sin recursos y con necesidades que tratan de cobrar un dinero», decía Emilio Miró. Gracias a esos testimonios se sabe que las bandas pagan por cada pase (viaje desde Marruecos a la península) unos 1.000 euros.

Las peticiones de la Fiscalía para dotarse de más medios pasa también por conseguir que la actual fiscal antidroga de Jerez, Marián González, la nombren delegada de la Fiscalía central y pueda dedicarse en exclusiva a esta materia. Cádiz es la única provincia española que cuenta con dos fiscales delegados y la aspiración ahora es llegar a tres.