Un joven hace ejércicio en la oficina.
cuidado profesional

Trabajador sano, empresa rentable

En los últimos años, las corporaciones no solo se fijan en su cuenta de resultados, sino que se preocupan por el bienestar físico y mental de sus empleados

MADRID Actualizado: Guardar
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En una época de crisis como la que vivimos, es difícil hablar bien de empresas y bancos. Sin embargo, y aunque a algunos les pueda costar creerlo, todavía hay compañías para las que el bienestar de sus empleados, incluyendo la tan estigmatizadora salud mental, es una prioridad. Como reconoce una fuente de la principal empresa eléctrica española, Endesa, «no lo hacemos solo por ser buenos; para nosotros, la inclusión de prácticas de prevención y tratamiento de estas dolencias forma parte de ese concepto tan de moda que es la responsabilidad social corporativa (RSC) y lo que tenemos que demostrar, para conseguir que sea realmente viable y sostenible, es que la RSC nos permite tener menores costes y mayores beneficios».

Un estudio de la Unión Europea concluyó que los trastornos de ansiedad y depresión están entre los tres primeros motivos de baja en el Viejo Continente, lo que llevó a la creación en 2008 del Pacto Europeo para la Salud Mental y el Bienestar en el que, entre otras actividades, se ponen en común buenas prácticas de empresas que se preocupan por el bienestar mental de sus empleados.

Para el portavoz de la empresa consultada, no se puede separar la salud física de la mental. Esta empresa, que ha mejorado sus niveles de accidentabilidad en más de un 65% entre 2005 y 2010, considera que debe de haber una concepción global de la seguridad y la salud. «Por ejemplo, uno nunca puede saber si detrás de un accidente no hay una depresión no detectada y tratada», comenta el portavoz.

Entre los ejemplos concretos de políticas a favor de la salud, Endesa facilita a sus empleados un folleto para la prevención del estrés. De él, llama especialmente la atención una de sus frases, situada en el apartado ¿cómo prevenir el estrés?: «Hablar sobre la situación, afrontarla y conseguir el apoyo necesario para resolverla. Puede ser útil hablar con los compañeros, con el responsable del equipo, con alguien del área de Recursos Humanos o con el Servicio de Prevención».

Cuestión de inteligencia

Así, se ha pasado de que el empleado estresado tenga que esconder su situación, vista como un síntoma de debilidad, a que se le anime a compartirla con sus superiores para poder resolverla. «Las empresas inteligentes tienen que preocuparse por la salud», afirma el portavoz de Endesa, que explica como esta eléctrica comparte sus iniciativas en este sentido con la patronal de eléctricas españolas, Unesa.

Ideas para promover el bienestar del empleado también son compartidas en el foro CSR Europe, donde más de 80 empresas privadas y públicas del continente, se comunican para la mejora de esta ‘pata’ de la responsabilidad social corporativa. Echando un vistazo al foro de esta iniciativa, se ve que la preocupación llega incluso a los Gobiernos. El de Polonia, por ejemplo, lanzó el pasado año una competición para seleccionar al «empleador más amable». Ganó el fabricante de coches Volkswagen y el hito, muy distinto a cualquier logro económico, lo publicitó convenientemente en la red CSR Europe.

En esta búsqueda de bienestar psicológico del trabajador, aún siguen llamando la atención otras iniciativas puestas en marcha por Endesa, que ofrece ayuda psicológica al empleado que esté atravesando por un mal momento, «una separación o un hijo problemático», y que lo solicita voluntariamente. Eso sí, una cosa es preocuparse por el trabajador y otra invadir su privacidad. No se trata de una vuelta al modelo paternalista. En las empresas se busca que sea el empleado el que pida ayuda, el que sepa que puede contar con su empleador para algo más que para recibir la nómina a fin de mes.

Pero en esta tendencia generalizada, de nuevo las buenas intenciones expresadas por las compañías no bastan. Cada vez más existen índices que evalúan a las corporaciones según su ajuste a estas buenas prácticas. Por ejemplo, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) ha desarrollado el estándar OHSAS 18.001, que permite certificar el desempeño en seguridad y salud laboral.

Preocupación en aumento

El conocido Índice Mundial de Sostenibilidad Dow Jones tiene un apartado específico sobre Seguridad y Salud Ocupacional y cada año se publica el ránking de las mejores empresas para trabajar, tanto en España como a nivel mundial, que tiene muy en cuenta las condiciones las estrategias de promoción de la salud que ponen en marcha los empresarios, cada vez más preocupados por estos asuntos.

También son destacables las iniciativas en el campo del deporte y la alimentación sana. Endesa, junto a otras muchas empresas españolas, fomentan la práctica de ejercicio entre sus empleados, subvencionando parte de la mensualidad a un gimnasio externo. Otras compañías cuentan incluso con instalaciones deportivas en sus propios recintos. La máxima ‘mens sana in corpore sano’ queda también de manifiesto cuando se echa un vistazo a los menús que ofrecen las empresas, que hace tiempo condenaron a la comida grasa al ostracismo en el que la sitúan los estudios científicos.

Así, cada vez es más frecuente que en los menús empresariales haya una opción sana. Los servicios médicos tradicionales también han adquirido importancia en los últimos años. La citada eléctrica destaca en este sentido con una pequeña clínica en su sede principal. Pero quien más o quién menos ofrece a sus empleados completos chequeos médicos, que han pasado de las clásicas pruebas como toma de tensión o análisis anuales, a ofrecer incluso pruebas de imagen complejas como la tomografía axial computerizada (TAC) de las arterias a los ejecutivos que presentan cuadros de mayor riesgo cardiovascular.

En muchas empresas las grasas han sido reducidas en el menú del comedor, para que los empleados puedan elegir llevar una dieta más sana y cuidar su corazón.