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Sondeos arqueológicos sitúan la construcción del Teatro Romano a finales del siglo I antes de Cristo

El equipo liderado por los profesores Darío Bernal y Alicia Arévalo constata a través del análisis de la decoración la fecha exacta de la construcción del coliseo de Balbo

Cádiz Actualizado: Guardar
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El Teatro Romano de Cádiz, uno de los más grandes de la Península Ibérica y de los más antiguos de esa civilización, va poco a poco descubriendo sus secretos. Las excavaciones arqueológicas que se vienen desarrollando en el coliseo por parte de la Junta de Andalucía en colaboración con el área de Arqueología de la Universidad de Cádiz (UCA), han permitido situar la fecha de construcción del mismo en la segunda o tercera década del siglo I antes de Cristo.

La intervención, centrada en la zona de los vomitorios y en la berma del monumento de Balbo el Menor, que lleva a cabo un equipo de la UCA liderado por los profesores Darío Bernal y Alicia Arévalo desde hace menos de un año, ha facilitado su datación más allá de las referencias literarias. El análisis de los elementos decorativos encontrados tanto en la cavea con el vomitorio ha llevado a los investigadores a afinar la fecha y permitirá, además, una futura reconstrucción de la fisionomía original. Aunque sin fecha determinada, el equipo está pendiente de iniciar la segunda fase de trabajo en el coliseo romano, la que le lleve a intervenir en el vomitorium que permitirá el acceso del centro de interpretación hasta el mismo teatro. Aunque de época romana ha aparecido un menor número de materiales que las pertenecientes a las de otros periodos posteriores -por ejemplo almohade-, los profesores han destacado esta mañana en rueda de prensa la cantidad y variedad de placas marmóreas que dan prueba de la riqueza que el monumento tuvo que atesorar en su programa decorativo, así como del intenso expolio que el monumento vivió desde su abandono. "Se tiende a pensar que el expolio comenzó en el medievo, pero ya antes se usó la sillería para otros usos", ha insistido Bernal. Entre esos elementos decorativos destacan tres columnas de ónice africano, un casetón, una cornisa de mármol blanco italiano y una veintena de fragmentos de inscripciones funerarias. Otra de las constataciones más destacable según los expertos es la de la ubicación de los asientos de de los senadores. Este equipo de investigación ultima los detalles de un libro que radiografíe la historia y estructura de un monumento que permitirá, además, establecer las formas de vida y sociales de diferentes épocas históricas de la ciudad trimilenaria.