de zorrilla a la marea

Y ere que ere

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Dicen que si empiezan a tirar del hilo con el tema de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) fraudulentos más de uno se quedaría sin ovillo. El escándalo es tal que el otro día un histórico socialista retirado a tiempo (no por un ERE, sino por su propia voluntad) me comentaba que esto no ha hecho más que empezar y que en las próximas semanas podría haber sorpresas con expedientes que aún no han sido analizados y que podrían incluso afectar a medios de comunicación. Me hace gracia la declaración de uno de los afectados (si se le puede llamar así) cuñado del ex delegado de Empleo de Sevilla, quien decía que estaba desesperado porque con 60 años se quedó en paro y que quién lo iba a querer contratar con esa edad. ¡Pues ya se tendría que imaginar el grado de desesperación del que se queda con 43 (que no interesa a las empresas porque por ellos no dan subvenciones) o del que se queda con 30 y tres niños en la calle sin ningún tío, primo o hermano que le pueda dar un cuelo!. Todas las situaciones son comprensibles, pero después que no vendan el tema de la igualdad de oportunidades como uno de los logros conseguidos en la democracia, porque casos como este y otros muchos que nunca sabremos sonrojarían al propio Pablo Iglesias. Pues nada, la semana que viene, pues ere que ere, que para eso estamos en Carnaval.

Vigilar las visitas

Si bien es importante controlar las visitas a enfermos en el hospital, es cierto que, desde hace años que se suspendió el control por pases, algunos días (sobre todo festivos y fines de semana) los pasillos del Puerta del Mar parecen la calle Ancha en época de rebajas. En el 2009 el SAS diseñó un Plan de Visitas que ha fracasado visto lo visto y que ahora la administración sanitaria quiere recuperar privatizando el control de visitas. Es decir, que un vigilante de seguridad con porra a la cintura irá habitación por habitación advirtiendo que o desalojan ¿o qué?....No creo que sea la mejor manera de poner orden en un hospital y, sobre todo, supone un desembolso de dinero que bien podría emplearse en contratar a personal de la bolsa del SAS entre cuyas funciones estaría la de ejercer este control a la entrada del hospital, tal y como se hacía hace años. Antes que la represión es mejor la reflexión y el sentido común. Reparto de un pase de acompañante y dos de visitantes (éstos últimos para horarios de visita por la tarde) y un control en el acceso del hospital, además de carteles en las puertas de las habitaciones recordando que sólo dos personas por enfermos en hora de visita. No creo que sea tan complicado, aunque quizá lo más fácil para quienes mandan sea gastar el dinero en privatizar un servicio que toda la vida de dió ha sido asumido por el personal sanitario.

Hacer la calle en Plocia

El éxito de un negocio está hoy en día en la originalidad y la calidad. Si a ello se une un equipo de personas dispuestas a invertir en tiempos de crisis, el objetivo de quienes apuestan por una nueva iniciativa comercial es más fácil de conseguir. Es por ello que los socios de GADIRA, (Productos de Almadraba, S. L), no han dudado en abrir un establecimiento en la ya concurrida calle Plocia, que inauguraron la semana pasada. La filosofía de GADIRA es fomentar el consumo de Atún Rojo Salvaje de las Almadrabas del litoral gaditano, un Atún ultra-congelado a -60º C, que mantiene todas las propiedades tanto organolépticas como nutricionales, y unas salazones y conservas «que quitan las penas del sentío», como describe uno de sus socios y que con los momentos que vivimos no está nada mal. Estos atunes son capturados de una forma tradicional y sostenible, lo que también es de agradecer.