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La Prehistoria que viene

Después de décadas de ejercer de ‘Cenicienta’ de la investigación arqueológica, la Prehistoria reivindica su importancia en Cádiz

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Casi nadie fuera de los círculos académicos sabía quién era Lothar Bergman hasta que un día, cuando ya estaba gravemente enfermo y apenas podía prescindir de su respirador, decidió encerrarse en la Cueva del Moro, una de las cimas del arte rupestre de la provincia, para protestar por el grave deterioro de las pinturas. Lothar era alemán, aunque pasó media vida en Tarifa. Murió en noviembre de 2009, después de haber catalogado abrigos y enclaves fundamentales para entender la Prehistoria en Cádiz. Algunos de los mayores expertos en la materia se darán cita los próximos días 11, 12 y 13 de noviembre en Benalup con el doble objetivo de homenajear a Bergman y debatir el estado actual de los estudios sobre la que, durante décadas, ha sido la ‘hermana pobre’ de la investigación arqueológica en el Sur de Europa y que, en los últimos años, gracias a un conjunto de trabajos paralelos de documentación y divulgación, está ocupando, poco a poco, el lugar que se merece.

Efectivamente, la historia de Cádiz no arranca con los fenicios. El eterno debate sobre la ubicación exacta de Gadir ha relegado injustamente a un tercer o cuarto plano el importante patrimonio prehistórico que atesora un territorio que, sólo por su condición intercontinental, guarda algunas claves esenciales para desentrañar los misterios de una época oscura (en cuanto a conocimiento), pero brillante (en cuanto a la evolución del hombre) que condicionó la aparición y desarrollo de civilizaciones posteriores.

Como explica el profesor de la UCA José Ramos, no se trata tanto de «ganar una posición» como de «recuperarla». «A principios del siglo pasado Cádiz fue pionera en la investigación de la Prehistoria. Juan Cabré y Hernández Pacheco descubrieron la importancia de la laguna de la Janda, el Tajo de las figuras y otros sitios paleolíticos, e iniciaron la reflexión sobre las relaciones entre ambos lados del Estrecho, pero la ‘gran ciencia’ francesa y alemana acabó por eclipsarlos».

El Hombre Neanderthal (Homo sapiens neanderthalis) vivió a sus anchas el litoral gaditano durante todo el Paleolítico Medio (150.000 a. C.-40.000 a. C.) hasta que el Homo Sapiens impuso su cultura y demostró su mayor capacidad de adaptación. Pero mucho antes que ellos, ocuparon este territorio primero el Homo Antecesor y, después, el Heidelberguensis.

Los estudios, en cierta forma, no han hecho más que empezar, pero la cantidad de yacimientos encontrados revelan un interesante movimiento de poblaciones llamado a completar la comprensión de la Prehistoria en Europa. En 2008, un minucioso informe editado por la Junta y en el que participaron 17 prestigiosos expertos de diferentes universidades españolas y del CSIC catalogaron 157 yacimientos sólo en la campiña litoral y en la banda atlántica de la provincia. La gran aportación del estudio fue, dice Ramos, «una cuestión de concepto». «La Historia sólo se entiende en su totalidad, desde las sociedades cazadoras-recolectoras hasta la actualidad. Todas las etapas son necesarias para explicar la siguiente, y la Prehistoria es siempre la gran perjudicada en esa jerarquía de intereses».

Del ‘modus vivendi’ de los primeros homínidos dan cuenta los numerosos restos de industria lítica aparecidos en las cuencas del río Guadalete y del río Iro, en el Palmar del Conde (Jerez), en El Aculadero (El Puerto de Santa María) o en la Janda. Datan del periodo geológico correspondiente al Pleistoceno Medio y se enmarcan en el Paleolítico Inferior. Entre el 250.000 y el 40.000 a. C. Cádiz fue de los neandertales. De su presencia y actividad en estas tierras han quedado numerosas evidencias, tanto en cuevas como zonas al aire, en el Campo de Gibraltar (El Bacinete, la Cueva del Mediago o la Cueva del Obispo).

Queda mucho por decir sobre si Cádiz fue fondo de saco de la invasión sapiens o su puerta de entrada. Hay quien piensa que el poblamiento se produjo por el Medio Oriente, y quien sostiene que, dado lo bajo que era el nivel del mar, no tuvieron ningún problema para cruzar el Estrecho desde África. En cualquier caso, los próximos años serán fundamentales para desvelar la gran incógnita. La Prehistoria en Cádiz aún tiene mucho futuro por delante.