cultura

El patronato de la Fundación Rafael Alberti decide la disolución del ente

El Ayuntamiento baraja la posibilidad de constituir otro patronato integrado por instituciones públicas y privadas para hacer de la casa museo Alberti un ente similar al de Picasso en Málaga o Lorca, en Granada

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El patronato de la Fundación Rafael Alberti ha decidido por mayoría la disolución del ente. La mala situación económica y la imposibilidad de llevar a cabo los fines recogidos en los estatutos han sido los motivos esgrimidos por el Ayuntamiento portuense y por la familia del poeta. La administración municipal se ha visto obligada a renunciar a la continuidad del organismo por encontrarse en minoría frente a la viuda y ex presidenta, María Asunción Mateo, y dos sus hijos, que no han respaldado la incorporación de nuevos patronos a fin de salvar la Fundación. Ésta se transformará en una casa museo con la conservación de todo el material cedido en su día al Consistorio, que se hará cargo de su gestión.

La casualidad ha querido que el día que se cumplen once años de la muerte del poeta, se marque también en el calendario por otra mala noticia: la extinción de su Fundación. Dieciséis años después de su puesta en funcionamiento, la institución concebida para dinamizar la vida cultura portuense en torno a la obra de Rafael Alberti, tiene sus días contados. Justo lo que tarde el informe jurídico y económico que ya ha sido encargado por el propio patronato, en dictaminar que la disolución cumple con todas las garantías legales. El Consistorio portuense, representado por el alcalde, Enrique Moresco, y por el edil de Cultura, Millán Alegre, ha quemado los últimos cartuchos con la propuesta de que se sumen nuevos socios. De hecho, la administración local había establecido contactos con otros organismos públicos, como la Diputación y el Ayuntamiento de Cádiz, la consejería de Cultura de la Junta y el ministerio de Cultura, a fin de obtener apoyos. Pero Mateo, patrona fundadora y depositaria de los derechos de autor del poeta de la Generación del 27; así como sus hijos, Marta y David Borcha Mateo, no han permitido la modificación de los estatutos necesaria para que se integren estos patronos que podrían inyectar liquidez económica al ente.

Así las cosas el edil de cultura, que esta mañana compareció en rueda de prensa junto al secretario de la Fundación y hombre de confianza de Mateo, Enrique Pérez, explicó que con todo, el Ayuntamiento baraja la posibilidad de constituir otro patronato integrado por instituciones públicas y privadas para hacer de la casa museo Alberti un ente similar al de Picasso en Málaga o Lorca, en Granada. Por otro lado, las partes señalaron que la Fundación arrastra una deuda contraída por el actual equipo de gobierno para la ampliación de las dependencias del edificio de la calle Santo Domingo. Pero no quisieron revelar la cifra.

Alegre añadió que han querido respetar la decisión y voluntad de la viuda, que presentó su dimisión irrevocable como cabeza visible del ente el pasado mes de agosto. Esta marcha, provocada según las fuentes consultadas por las dificultades económicas del organismo, abrió un periodo de incertidumbre que se cerró ayer mismo. Mateo declaró recientemente que su renuncia respondía a su deseo de descansar y retirarse del trabajo diario de la fundación. Algo que ayer constató el secretario. “Durante diecisiete años ha estado desarrollando una labor altruista, y como todo el mundo tiene derecho a jubilarse”.

Millán Alegre ha confirmado que el Ayuntamiento, a través de la delegación de Cultura, asumirá la gestión de la casa museo. “No podemos garantizar la organización de actividades, salvo algunas como la lectura de poemas de Alberti que cada mes de diciembre se organiza con motivo de su cumpleaños”. El centro dedicado al poeta, que se mantendrá en la casa de la calle Santo Domingo donde vivió en su infancia y que es de propiedad municipal, albergará la donación realizada en 1978 a la ciudad por el propio Alberti y su primera esposa, María Teresa León. Un patrimonio que se incrementó con la donación fundacional que el autor y su segunda esposa, María Asunción Mateo, realizaron al constituirse el ente en 1994, así como por las nuevas adquisiciones realizadas durante todos estos años. “Tal y como contemplan los estatutos, todos estos bienes culturales, instalaciones y equipamientos, pasan a pertenecer al consistorio portuense, que tiene el compromiso irrenunciable de mantener, mediante cualquier forma de gestión, la conservación, estudio y difusión de dichos bienes”.

Finalmente Millán Alegre manifestó en nombre del patronato el agradecimiento a María Asunción Mateo por su “desinteresada labor y su plena dedicación” de forma desinteresada a la Fundación.