La presa del Fresnillo desembalando agua en la jornada de ayer. :: A.R.
Sierra

Las lluvias de los últimos días obligan a desembalsar agua de la presa Fresnillo

La abundancia de precipitaciones podría volver a producir este año que reventaran los caños, algo muy típico en Grazalema

GRAZALEMA. Actualizado: Guardar
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Las lluvias que se están produciendo en la provincia en diciembre y, especialmente, en los últimos días, también están haciendo acto de presencia en la localidad gaditana con mayor índice pluviométrico, Grazalema. En concreto, en lo que va de mes se han recogido un total de 448 litros por metro cuadrado en este municipio.

Estas lluvias han provocado que la modesta presa del Fresnillo haya alcanzado su nivel máximo de agua embalsada, por lo que se han tenido que abrir sus compuertas y desembalsar agua al Guadalete. El factor determinante para la apertura de estas compuertas que se produjo ayer, a eso de las 10.00 horas, fue la intensa lluvia que se producía en la localidad, por lo que se vio necesario hacer huevo para el resto de agua que seguirá cayendo sobre el embalse.

Aunque en líneas generales el mes de diciembre está siendo de los más lluviosos que se recuerdan, particularmente esta situación se está produciendo por las lluvias intensas de los últimos días. En concreto, de los 448 litros que se han recogido en los once días de diciembre en los que ha llovido, más de 243 litros por metro cuadrado se han recogido en las últimas 48 horas y 299 en las últimas 72.

Este desembalse provocó que el caudal del Guadalete, casi desde su nacimiento, aumentara de una manera importante. Esto contrasta con la situación que vivía este río hace pocos días en el propio municipio de Grazalema donde ni siquiera contaba con un pequeño hilo de agua.

Fenómeno físico

Las lluvias continuadas, en los años con un alto índice pluviométrico, suelen producir en Grazalema un fenómeno físico que produce imágenes espectaculares en la zona, el brote de agua de entre las rocas. El mismo, que se conoce en la zona como el reventón de los caños, se produce cuando las simas subterráneas se encuentran repletas de agua, debido a la lluvia, y el resto de agua que cae y se filtra es expulsada por entre las rocas.

La zona donde se pudieron ver estos chorros de agua y en algunos casos pequeñas cascadas, el pasado 25 de enero de 2008, que fue la última que se produjo este fenómeno, es la parte baja de los Asomaderos, junto a la Calzada Romana de Grazalema.

Esto fenómeno tiene que ver con la composición del suelo de la sierra grazalema y su forma de absorber el agua de la lluvia. Básicamente esta zona está compuesta por rocas calizas, lo que genera los fenómenos kársticos, que consisten en que el subsuelo se encuentra formado por numerosas cuevas, desfiladeros, dolinas, etc. Esto supone que también hay grandes simas en la zona que va almacenando el agua de la lluvia que se filtra fácilmente por la caliza. No obstante, antes del reventón del 2008, había pasado más de una década sin que se produjera este fenómeno. Este año hidrológico, si se siguen produciendo precipitaciones, podría volver a producirse este fenómeno.