Una veintena de ecologistas asistieron al Pleno para manifestar su oposición al proyecto empresarial de Chival S. L. :: ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

PSOE y PP, unidos para aprobar el complejo hotelero en El Palmar

Verdú saca adelante en Pleno, con ayuda de los populares, el proyecto que permitirá construir dos apartahoteles a 500 metros de la playa

VEJER. Actualizado: Guardar
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El debate es perfecto para afinar la demagogia, plantear falsas disyuntivas (playa o empleo, parcelación legal o ilegal), mentiras interesadas (urbanizar un territorio como sinónimo de ordenarlo), presumir de chovinismo («sobre el futuro de Vejer opinan los de Vejer») o «parapetarse tras ideales románticos que no dan de comer a nadie». La ecuación no es nueva, pero sigue sin resolverse. En un plato de la balanza, 2.412 parados, casi el 25% de la población activa del pueblo. En el otro, el futuro de un paisaje instalado en la memoria colectiva de varias generaciones de gaditanos, españoles y extranjeros que han santificado la playa de El Palmar como uno de sus rincones de culto.

En una esquinita del cuadrilátero, el equipo de Gobierno municipal, liderado por Antonio Verdú, garante de la mayoría absoluta del PSOE en la localidad desde 1995. En el otro, una plataforma de ecologistas y afines, que ya ha sumado 27.000 apoyos en Facebook, pero que ayer, frente al ayuntamiento, no llegaba a las dos docenas. Auxiliando a Verdú, el Partido Popular, para el que prima «la trágica situación de los desempleados». En defensa de la paralización del proyecto (cada uno por sus propios motivos), Partido Andalucista e Izquierda Unida.

El resultado del combate estaba claro antes de que sonara el 'ring'. El Pleno dio el visto bueno a la construcción de un macrocomplejo turístico de dos apartahoteles a 500 metros de una de las últimas playas vírgenes de la provincia con los votos a favor de PSOE y PP. Los 270.000 metros de suelo ya considerados urbanizables acogerán las instalaciones que la promotora Chival S. L. levantará siguiendo las directrices del Plan Parcial presentado hace años por Pinar Costa Atlántica, y que después no llegó a buen puerto: una edificabilidad del 0,15 y una altura tope de 7,5 metros en dos plantas.

Seis años después

El concejal del PA, Daniel Sánchez, pidió que el proceso se paralizara porque «deja en manos de unos promotores de dudosa credibilidad la iniciativa y el modelo turístico de nuestra costa». Alertó de que Chival S. L. ya pretendía, a través de la asociación con la antigua promotora, «aprovechar los resquicios legales para engañar al Ayuntamiento, obtener una licencia para la construcción de apartamentos turísticos en vez de hoteles y después levantar un complejo urbanístico que vendería a particulares».

El delegado de Urbanismo, Antonio Muñoz, le dio la réplica: «Este Plan Parcial tardó seis años en salir adelante; pasó varias veces por el Pleno y se aprobó finalmente en 2007, con lo que hay que sumar otros dos años de paralización: ¿Por qué se oponen ustedes ahora? ¿Para subirse al carro de una plataforma mediática?» Muñoz, además de insistir en que el proyecto presenta unas condiciones de sostenibilidad «que no se han visto en este litoral», enfrentó al PA y a los ecologistas (en el público) otro argumento: «Cuando hablan ustedes del estado virginal de El Palmar, ¿a qué se refieren? ¿Es que no se han dado cuenta de la proliferación de viviendas ilegales? No me vengan con planteamientos idealistas y románticos que no dan de comer a nadie, porque si no lo urbanizamos nosotros sucederá lo mismo que en el resto de la playa, destrozada por la parcelación sin control».

Muñoz afirmó que si la alternativa a la construcción del complejo hotelero fuera que esos terrenos se quedaran como Parque Natural, él «se apuntaba, pero es que eso es imposible». El concejal del PA, en su turno, llamó la atención sobre «el hecho sorprendente de que vengan a proponer la construcción de hoteles por promotores implicados en causas por corrupción en otras partes de Andalucía como alternativa a la parcelación ilegal, que también es su responsabilidad, puesto que gobiernan Vejer desde hace más de una década».

Después de tres horas largas de polémica, en las que IU dejó claro que se oponía «a los apartahoteles, pero no a los hoteles, porque los primeros dan menos puestos de trabajo», y el PP defendió que sean «los vejeriegos los que decidan sobre Vejer», la propuesta se sometió a votación. En tres segundos se liquidó el debate. Pero la ecuación sigue sin resolverse.