La mitad de los comerciantes locales abandona el proyecto junto a Ikea

El proyecto de Incojesa (Iniciativas Comerciales de Jerez, S.A.) de abrir un centro comercial junto a Ikea se ha ido desinflando con el tiempo. Desde 2006, fecha en que se constituyó la sociedad con esta finalidad -formada por miembros de la asociación de comerciantes Acoje- han cambiado mucho las cosas, sobre todo por la crisis económica y la falta de créditos bancarios. Son ya muchos quienes dudan de la viabilidad económica del proyecto, aunque no se sabrá el número exacto hasta hoy, cuando se cerrará el plazo que los socios tienen para decidir si se dan de baja o continúan.

Hasta la fecha, alrededor de la mitad de los 157 componentes de la sociedad ha optado por marcharse. Así que Incojesa, presidida por el empresario Antonio Sánchez Mejías, tendrá que ver si es factible seguir adelante con la iniciativa comercial junto a la multinacional del mueble o no.

Hay que tener en cuenta que, hasta el último momento, podrían darse de baja más personas, lo que haría más difícil todavía que sobreviva esta iniciativa.

La última vez que los socios de Incojesa se reunieron fue el pasado 11 de noviembre. Se dieron un mes de plazo, que termina hoy, para que quien quisiera se marchara. De hecho, se modificaron los estatutos con el fin de devolver a los que así lo decidan los 5.000 euros por acción depositados en su día.

Libertad para irse

El mensaje del presidente de Incojesa, Antonio Sánchez Mejías, fue muy claro: «El dinero de los socios está plenamente garantizado».

Los anteriores estatutos también excluían a quien no fuera de Jerez, pero al final se ha optado por abrir Incojesa a los inversores de fuera, siempre buscando alguna manera de reflotar el proyecto.

Incojesa se constituyó en su día para desarrollar un total de 100.000 metros cuadrados junto a Ikea, una idea que ahora puede disolverse o continuar con cambios respecto al planteamiento inicial.

La última propuesta que hizo la alcaldesa a los promotores de la iniciativa, hace ya varios meses, fueron unos terrenos frente a la multinacional del mueble, a un precio ya con el terreno urbanizado de 150 euros por metro. En total, 15 millones de euros.

Pero al final la coyuntura económica lo ha complicado todo, teniendo en cuenta sobre todo la enorme dificultad para conseguir avales de las entidades financieras que permitan a los comerciantes locales desarrollar sus negocios.