Carmona y su equipo acuden a congresos y a otros distritos a explicar el funcionamiento del sistema. / J. CARLOS CORCHADO
Jerez

La coordinación de Salud Mental y Primaria reduce un 30% el consumo de fármacos

Los pacientes necesitan acudir a la consulta la mitad de las veces Los especialistas asesoran a los médicos de familia en determinados casos

JEREZ Actualizado: Guardar
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Un sistema de coordinación y apoyo entre los especialistas de Salud Mental y los médicos de familia ha conseguido reducir en un 30% el consumo de psicofármacos entre los jerezanos. Después de 13 años de funcionamiento, un estudio reciente revela que los resultados han mejorado la calidad de vida de los pacientes ya que acuden la mitad de las veces a la consulta de su médico de cabecera. El dispositivo no tiene más misterio que el asesoramiento por parte de psiquiatras y psicólogos a los generalistas, con los que estudian determinados trastornos de salud mental que presentan sus pacientes como la ansiedad, la depresión y las somatizaciones (los graves son derivados).

«En estas reuniones semanales, los médicos de familia nos trasladan las dificultades que les van llegando, los casos que requieren apoyo y orientación por parte de un especialista. Decidimos el tratamiento a seguir y, si se puede, se continúa en Atención Primaria o se deriva a Salud Mental», explicó el coordinador de la unidad de Salud Mental Comunitaria de Jerez, José Carmona. Las atenciones más frecuentes pasan por trastornos de ansiedad y depresión, «para lo que no existen pruebas objetivas que delimiten el nivel de malestar y esa dificultad nos lleva mucho tiempo», detalló el especialista. «Hay que entender que el malestar se desprende del hecho de vivir y la vida no tiene tratamiento. No está en nuestra mano recetar un puesto de trabajo o tener un hijo cuando se quiere», continuó.

Más en Primaria

La unidad de Salud Mental reciben unas 20.000 consultas al año, cifra que puede aumentar en Atención Primaria, de ahí la importancia del asesoramiento especializado que reciben los médicos de familia. «Alrededor del 25% de las consultas de Primaria están relacionadas con la salud mental», aclaró Carmona.

El estudio del que se han extraído estas conclusiones se ha basado en el Centro de Salud de San Telmo, elegido entre el resto de centros de la ciudad y de La Barca (en los que se aplica este sistema). El dispositivo forma parte de la puesta en marcha de Procesos Integrales, estimulados desde la Consejería, que pretende organizar y eliminar «el escalón entre Atención Primaria y especializada».

En casos de somatizaciones, el trabajo del médico de familia «es arduo y lento porque tiene que discriminar», dijo Carmona. Este sistema, además de repercutir en una mejor atención a los pacientes, influye en un menor porcentaje de derivaciones al especialista por lo que los profesionales pueden dedicar más tiempo a quién de verdad lo necesita.

«Gracias a la coordinación, el seguimiento del médico de familia garantiza más la eficacia del tratamiento», aseguró el especialista, que ha sido requerido por algunos compañeros de otros distritos para explicar el método de funcionamiento de Jerez. A este nivel se trabaja también en la infancia y en la juventud, «pero la incidencia es más leve». Aún así, el número de las derivaciones a Salud Mental de este grupo de población está creciendo.

Efectos de la crisis

La difícil situación económica no repercute especialmente en los trastornos mentales más graves pero sí puede influir en casos leves o desencadenarlos. «Atención Primaria está haciendo una importante labor de contención con personas que lo están pasando mal porque ven cuestionada su capacidad de mantenimiento familiar», afirmó Carmona desde su consulta de José Luis Díez. «La vida familiar y social ha cambiado mucho y se han ido perdiendo redes naturales de contención como eran la familia extensa, los vecinos o el propio barrio», añadió.

Otra de las intervenciones que desarrollan desde Salud Mental es la de los grupos relacionales formados por mujeres. El resultado es que el 24% de ellas redujo su frecuentación a las consultas médicas, el 13% dejó de tener malestar, el 30% abandonó el consumo de medicamentos, otro 30% consiguió el apoyo de recursos no sanitarios y el 10% restante mejoró sus relaciones familiares.