Recompensa a la insistencia
Actualizado: GuardarLa clave fue insistir. El mérito fue no desesperarse. Por extraño que parezca, llegó el gol del Tenerife más cerca del final que del principio, casi rozando el momento de la extenuación después de un carrusel inagotable de aproximaciones, disparos, intentos fallidos y ocasiones clarísimas. Ninguna entró hasta que lo hizo una de tantas: un servicio de oro de Omar que aprovechó Alfaro para aparecer como acostumbra. Antes, lo raro fue no llegaran los goles a mansalva, fruto de un asedio a Renan sin treguas ni ambages. Ganó quien más lo intentó; perdió el Xerez, que fue el más rácano. El envite entre dos novatos en Primera lo planteó el Tenerife ayer con una puesta en escena casi idéntica a la de la última vez que le visitó el Xerez y le ganó.