Un terrorista suicida deja más de 40 muertos en un mercado de Pakistán
Actualizado: GuardarPakistán volvió a sufrir la venganza yihadista en forma de atentado. Al menos 41 personas perdieron la vida y otras 45 resultaron heridas tras un ataque suicida contra un convoy militar en el norte del país.
Apenas veinticuatro horas después de la operación de rescate, en la que los comandos de las fuerzas especiales pusieron punto y final al secuestro de decenas de rehenes en el interior del cuartel general del Ejército en Rawalpindi, los militantes volvieron a golpear y esta vez eligieron el distrito de Shangla, situado en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP). Armado con un «cinturón de explosivos de alta calidad», según declaró un portavoz militar a los medios locales, el terrorista se camufló entre el gentío que abarrotaba por la mañana el mercado de la población de Alpuri y explotó su carga coincidiendo con el paso de los vehículos de la armada.
Hakimulá Mehsud, nuevo líder talibán en Pakistán, prometió vengar la muerte de su antecesor y señaló directamente al Ejército como objetivo prioritario de la insurgencia. Sin embargo, como ocurre normalmente en estos atentados, 35 de los 41 muertos fueron civiles que hacían sus compras en el momento del ataque. Shangla pertenece a la división de Malakand, vecina a Swat, en la que el Ejército llevó a cabo una «operación de limpieza» de insurgentes que teóricamente acabó en el mes de julio, pero la efectividad de estas ofensivas volvió a quedar en tela de juicio con este nuevo ataque.
Rehenes por presos
El país vive en auténtico estado de shock desde que hace una semana los militantes atacaran la oficina de una agencia de Naciones Unidas en Islamabad y mataran a cinco personas. A los pocos días, otro suicida acababa con la vida de 53 personas en Peshawar y ayer otros 41 muertos se sumaron a la larga lista de víctimas de la violencia en Pakistán.
Pero el ataque que mayor conmoción ha creado es la operación contra el cuartel general militar en Rawalpindi porque es toda una muestra de la capacidad ofensiva de los yihadistas. Los terroristas penetraron en el que estaba considerado como el lugar más seguro del país y retuvieron a 42 personas durante veintidós horas. Según informó el portavoz del Ejército, Athar Abbas, su objetivo era canjear rehenes por militantes presos.