polémica

Los alcaldes de Chiclana y Puerto Real se sienten excluidos del Bicentenario

Román y Barroso reivindican el papel de sus ciudades en el episodio histórico y advierten: "no nos van a dejar fuera"

Cádiz Actualizado: Guardar
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Parecía la gran excusa histórica para reunir todas las piezas del rompecabezas de la Bahía, pero no encaja bien. La gran oportunidad fijada por el calendario constitucional español para festejar, en 2012, el 200 cumpleaños de la primera Constitución de España, nacida en Cádiz, tiene fisuras.

Mientras los ayuntamientos de Cádiz o San Fernando y la Diputación se afanan por ofrecer una imagen de unidad, mientras que la Junta propone planes turísticos conjuntos para todo el área metropolitana, mientras que el Consorcio incluso aspira a borrar las fronteras partidistas con un documento de consenso, han crecido resquemores en algunos lugares, que se consideran alejados de los proyectos, los focos y la atención.

Hasta ahora, habían aparecido tímidas declaraciones esporádicas a las que nadie había dado importancia, pero desde ayer existe un certificado del malestar. Tiene la forma del escrito que han presentado, conjuntamente, los alcaldes de Chiclana de la Frontera, José María Román (PSOE), y Puerto Real, José Antonio Barroso (IU).

Ambos anunciaron ayer que trabajarán de manera conjunta para que las dos ciudades tengan «mayor protagonismo» en la celebración del Bicentenario de Las Cortes Constituyentes, proclamación de la Constitución de 1812 y final de la Guerra de la Independencia. En ese mensaje, desarrollado después con menos cordialidad, queda implícita una creencia: consideran que, hasta ahora, tienen un protagonismo escaso o menor.

Cuestión de importancia

En ese comunicado conjunto, Barroso quiso dejar claro que «no les van a dejar fuera» y recordó la importancia que tuvieron ambas ciudades en aquellos años. Como ejemplo, se preguntó si supuso más el castillo de San Sebastián que el Trocadero, ya que recordó que «los franceses no llegaron a Puertas de Tierra porque se quedaron en Puerto Real, a la que casi asolaron, y en Chiclana». El debate sobre la relevancia de cada lugar, que deben aclarar los eruditos, ya sirve para levantar resentimientos localistas en dos ciudades que se creen ninguneadas.

Román adelantó que la próxima semana mantendrán una reunión con el presidente de la Diputación y de su partido, Francisco González Cabaña, con quien pretende abordar este asunto y exponerle algunos de los proyectos que ambas ciudades quieren llevar a cabo en el contexto del Bicentenario de 1812.

Como casos prácticos, Barroso reclama la restauración total del Trocadero, mientras que José María Román habla de la recuperación del castillo de Sancti Petri –que ya se lleva a cabo–, la terminación de la iglesia San Juan Bautista y la potenciación del entorno de Santa Ana.

Si el Bicentenario es un pastel para la Bahía, Chiclana y Puerto Real quieren su trozo. Consideran que el ofrecido hasta ahora es muy pequeño, casi testimonial. Se cierra la grieta entre los partidos, se abre entre los territorios.