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«Yo pasé la gripe A»

La llegada del otoño activa la alarma. Mitad literatura mitad prevención, hablan los que ya la han pasado

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El otoño trae huelga de besos, de abrazos y de apretones de manos. Un protocolo para cada momento del día introduce la profilaxis en todos los hábitos sociales. La cuestión es si la gripe A merece tanto alboroto. Un 95% de los contagios se pasan en casa con síntomas leves y a base de analgésicos.

El ingreso en el hospital es casi anecdótico y las mascarillas tienen poca salida. Tal vez aumente la venta para Carnaval, pero los farmacéuticos no ven muy claro que los gaditanos se sumen al civismo higiénico que redactan las administraciones. Aun así, es bueno estar preparados y ya se está haciendo aprovisionamiento de material por si el contagio hace estragos.

No hay alarma social y se habla de un control exagerado. Hay quien piensa que todas las campañas de la nueva gripe sólo sirven para amortiguar el impacto del paro y las malas perspectivas económicas. Lo que está claro es que el miedo inicial comienza a diluirse a pesar de que se espera un aumento de casos entre noviembre y diciembre, cuando la cepa que toque cada invierno conviva con la del virus A.

En estos momentos la tasa está en 41 contagios por cada 100.000 personas, muy por debajo de la estacional, que puede llegar a 300 por cada 100.000. Con todo, es una nueva epidemia que hay que estudiar de cerca. Lo más extendido es optar por la precaución. Sin alarma, pero sin bajar la guardia. Colegios, centros sanitarios y empresas tienen ya una estrategia preparada por si se cumplen los peores augurios.

Pero llegados a esta fecha. Si hay que pasarla, ¿no será mejor hacerlo cuanto antes? Marcelo Villacorta y Álvaro Periñán ya la superaron y ahora dicen: «No se alarmen, ya la pasamos y estamos bien». El tratamiento se reduce a unos días en casa, buena alimentación y medicamentos para el dolor de cabeza y de articulaciones. Por lo demás, resulta imposible diferenciarla de la gripe habitual.