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Aniversario espinoso

Alemania recuerda sin ceremonias oficiales el conflicto, un silencio compensado por una amplia cobertura en la prensa y las cadenas de televisión

CORRESPONSAL. BERLÍN Actualizado: Guardar
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La foto que ilustró el mensaje semanal de la canciller Angela Merkel en la página web oficial del Gobierno federal mostraba un soldado de la Wehrmacht apuntando con un fusil a un polaco que tiene los brazos alzados. «El 1 de septiembre Alemania invadió Polonia y con ello desató la segunda guerra mundial. Esa guerra trajo un dolor interminable sobre Europa y el resto del mundo», recordó la canciller en su mensaje dirigido a la nación. «Es un día de dolor y de recuerdo de la culpabilidad de Alemania», añadió.

El mensaje de Merkel fue el único gesto oficial que tuvo el país para recordar el comienzo de un conflicto que costó la vida a unas 60 millones de personas. El Bundestag no abrió sus puertas para recordar con solemnidad el comienzo de la tragedia, como suele hacerlo con otras fechas fatídicas de la reciente historia alemana: la liberación del campo de la muerte de Auschwitz o cuando la orgullosa Wehrmacht firmó la capitulación.

El silencio oficial, sin embargo, fue compensado por una amplia cobertura en la prensa del país y las cadenas de televisión abrieron sus archivos para rescatar del olvido la escenificación que montaron las SS para justificar la invasión: el supuesto ataque de soldados polacos a una estación de radio alemana y, en especial, la famosa frase pronunciada por Hitler en la mañana del 1 de septiembre de 1939. «Esta noche, Polonia ha utilizado soldados regulares para disparar sobre nuestro territorio», dijo el dictador en un mensaje radiofónico difundido en todo el país. «A partir de las 05.45 de la madrugada hemos devuelto el fuego». añadió el Führer.

«Ese día se acabó mi niñez», admitió el ex canciller Helmut Kohl, desde las páginas del periódico 'Bild', que tuvo la iniciativa de ofrecer una tribuna a tres destacados personajes de la vida política y cultural germana que vivieron en carne propia el comienzo de la tragedia. «Los niños no teníamos idea del significado de una guerra, pero a partir de 1939, el conflicto marcó para siempre la nueva rutina diaria y yo comencé a percibir, poco a poco, su significado», recordó el veterano político democristiano, que sólo tenía nueve años cuando se inició el conflicto

Recuerdo diferente

Helmut Schmidt, en cambio, tiene un recuerdo diferente. El ex canciller socialdemócrata había cumplido con el servicio militar obligatorio de dos años cuando el Ejército nazi invadió el país vecino. Antes de cumplir 21 años, Schmidt se había convertido en un oficial de la Luftwaffe convencido de que era un deber patriótico defender a Alemania del ataque enemigo. «Yo y un grupo de soldados escuchamos en la radio decir a Hitler que a partir de las 05.45 Alemania había devuelto el fuego.

Yo creí que los polacos habían atacado la emisora y que, por eso, nosotros debíamos defendernos», recordó Schmidt. Marcel Reich-Reinicki, el más famoso y temido crítico literario de Alemania, nació en Polonia pero creció en Berlín. Tenía 16 años cuando fue deportado a Polonia y tuvo la suerte de sobrevivir al gueto de Varsovia. A pesar de la tragedia personal, el crítico regresó a Alemania en el año 1958. «Nunca dudé de la victoria de los aliados y esa fe se la debo a mi educación en Berlín, En la escuela nos enseñaron que la historia está repleta de ejemplos que demuestran que la justicia siempre triunfa».

En los últimos días, la prensa recordó los detalles que desataron el conflicto, pero sólo la revista Der Spiegel puso énfasis en un detalle que no gusta ser recordado en el país. En un reportaje titulado Salto en la oscuridad, el semanario escribió: «Con la invasión alemana a Polonia comenzó hace 70 años la Segunda Guerra Mundial y los alemanes recibieron con alegría los triunfos de la Wehrmacht».