Un bañista, junto a la valla que separa la zona civil de la de Defensa. / CRISTÓBAL
Ciudadanos

Se acabó el día de playa en Rota para los militares

Defensa restringe el baño en su costa tras las quejas del Ayuntamiento Un dispositivo de soldados impidió el paso de los usuarios durante todo el día

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Los usuarios habituales de la playa del Almirante de Rota, en torno a una veintena entre americanos y españoles, no pudieron acceder ayer a la parte del litoral que gestiona el Ministerio de Defensa. Desde hace más de diez años esta zona se utiliza como lugar de ocio y descanso para los que disponen de un pase en la Base Naval. Pero ayer resultó imposible la entrada a pesar de que nadie les había informado. Cuando los bañistas llegaron a la rampa de acceso se encontraron con un dispositivo militar que les informaba sobre la nueva decisión.

Según fuentes de la Base consultadas por este medio, los que pidieron una explicación fueron remitidos al Departamento de Seguridad. Eso sí, unos carteles señalaban que para recoger los enseres en ese tramo de litoral, que disponen de espacios habilitados para dejar sillas o bicicletas, podrían retirarlos entre la una y la una y cuarto de la tarde o entre las seis y las seis y cuarto.

La sorpresa fue considerable entre los veraneantes y surgieron las inevitables especulaciones sobre los motivos de la decisión. La mayoría coincidieron en que la presión mediática ha tenido buena parte de culpa. También aludieron al papel que habrían jugado algunos partidos políticos, grupos ecologistas y varios rostros conocidos que veranean en Rota.

Uso privado

Durante la última semana se ha reavivado la polémica sobre los usos privados de este tramo del litoral. El Ayuntamiento, amparándose en la queja vecinal, fue el primero en mover ficha al abrir un expediente de infracción urbanística contra el Ministerio de Defensa por la rehabilitación de la valla que separa la costa de servidumbre militar de la playa del Chorrillo, de uso civil. El Consistorio exigió, sin éxito, la paralización total de los trabajos, tras lo que decidieron iniciar trámites legales.

El principal motivo del enfrentamiento es la rápida expansión turística de esta zona, que se ha quedado pequeña, por lo que se reclama el acceso a la parte de la Base. Según el Ayuntamiento, hace más de diez años que apenas se realizan maniobras, con lo que el uso que se le está dando a la playa es de ocio y descanso para los militares y sus familiares.

A pesar de la polémica, el Ministerio no hizo comunicación oficial alguna. Fue la propia Base roteña la que se defendió de los ataques al alegar que «la valla lleva 50 años y sólo se han reparado los desperfectos». Según dijeron, Defensa planifica una serie de ejercicios mensuales en la costa roteña, durante los que se prohibe la entrada.

Ésa fue ayer la primera sospecha de los bañistas cuando no pudieron llegar a la arena, pero no había movimiento en la zona. Fuentes oficiales aseguraron que no se realizó ningún ejercicio, ya que el único programado fue el del pasado miércoles destinado al adiestramiento de infantes de Marina. Según informaron, «estas maniobras se planifican desde principios de año y no estaba programada ninguna prórroga».

La llegada de un contingente especial de la OTAN previsto para la próxima semana tampoco parece la razón de este cierre a los bañistas, puesto que el grupo parará directamente en Cádiz sin pasar por Rota, tal como confirmaron las fuentes consultadas.

Las playas militares son gestionadas directamente por el Ministerio de Defensa. La Demarcación de Costas no tiene competencia alguna sobre los usos que se den a estas zonas litorales, por lo que el departamento gaditano no ha tenido constancia de las obras que se estaban acometiendo. Según precisaron fuentes de Costas, «para acceder a la parte militar tenemos que pedir un permiso especial como a cualquier ciudadano».