El Ayuntamiento quiere evitar que la disputa sobre el segundo puente «perjudique a la ciudad»

Los vecinos de las zonas más afectadas piden que se produzca un acuerdo técnico cuanto antes. El Ministerio de Fomento se muestra dispuesto a negociar «algunos detalles del proyecto» y la alcaldesa, Teófila Martínez, se mostró partidaria ayer de que ningún debate «resulte perjudicial para la ciudad ni para el proyecto del segundo puente».

Con estas premisas, la presión para que Gobierno y Ayuntamiento alcancen un principio de entendimiento resulta evidente.

La ocasión es la visita que hoy realizará a la Bahía de Cádiz el ministro José Blanco. Será su primer paso oficial por la comarca y el objetivo inicial es supervisar «infraestructuras clave» en la zona, con el segundo puente como prioridad absoluta.

Ruta ministerial

El titular de Fomento iniciará trayecto en Jerez, hasta San Fernando, donde tiene previsto comprobar el avance de los trabajos de la alta velocidad ferroviaria. Posteriormente, observará los trabajos de construcción del puente de La Pepa desde Cádiz.

Esta presencia oficial se entiende, desde las tres partes afectadas (Gobierno, Ayuntamiento y vecinos), como una oportunidad irrepetible para zanjar el único debate (al margen del futuro trazado del tranvía) que aún queda pendiente alrededor de la gran obra.

Este punto de conflicto entre ambas administraciones, con más de 10.000 vecinos de edificios colindantes a la expectativa, es un aspecto vital del proyecto: el modelo de la conexión con la ciudad de Cádiz.

La tensión alcanzó su máximo nivel el pasado mes de julio, cuando la alcaldesa Teófila Martínez aseguró que no permitiría la obra si no se respetaba su propuesta. Esta opción municipal contempla una rotonda a cota cero, a nivel del suelo, en la que conectaría el tráfico del puente con las avenidas de Las Cortes, de la Bahía y de Huelva, con la regulación de semáforos y sin carriles subterráneos.

Los técnicos del Ministerio de Fomento proponen otra opción, con una rotonda levemente elevada (unos tres metros sobre el firme actual) y carriles subterráneos que unirían las avenidas de La Cortes y de la Bahía.

Encomendados a la técnica

Pese a ese distanciamiento, ambas partes han hecho pública en las últimas horas su intención de «negociar» y «no perjudicar» los intereses de la ciudad, con lo que parece posible un principio de acuerdo durante la visita.

Las asociaciones de vecinos directamente afectadas (de Astilleros, Barriada de La Paz y Puntales) prefirieron ser prudentes ayer «para no alimentar más la polémica» y se pronunciaron al unísono: «Que los técnicos de Gobierno y Ayuntamiento encuentren la mejor opción».

Teófila Martínez, también en la víspera, aseguraba que se trata de «una discrepancia técnica, no política, que quede claro». En ese caso, las opciones de que hoy tenga un principio de solución parecen más altas.