LA CIUDAD DE MI MEMORIA

Comienzan las pruebas de emisión de las cadenas privadas

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Eran las tres y veinte de la tarde del día 5 de diciembre cuando empezó a fraguarse en Cádiz lo que sería el principio del fin de una única cadena de televisión en España, TVE. Técnicos de distribución de señales comenzaron a hacer pruebas en el Cerro de San Cristóbal para que la provincia pudiera ver –como el resto de España– las nuevas y esperadas cadenas privadas (Antena 3, Telecinco y Canal Plus).

Aunque, por entonces, se trataron simplemente de unas pruebas de medición, el elevado interés que suscitó el hecho hizo que cientos de gaditanos tratasen de sintonizar durante todo el día los nuevos canales. En ese año, TVE pegaba el pelotazo con la telenovela Cristal, el revolucionario programa Hablemos de sexo y el humorístico de Arús, Vídeos de primera. Pero con las nuevas teles, llegarían nuevos formatos como:el magazine, con el De tú a tú de Nieves Herrero o Y ahora Encarna en Antena 3; además de los programas que Lazarov exportó del Canale 5 italiano como Bellezas al agua, La Quinta Marcha (con una jovencísima Penélope Cruz) y la serie VIP de Emilio Aragón. Por otro lado, sólo unos pocos pudieron seguir las emisiones de Canal + ya que emitía en codificado casi toda su programación.

Pero además del inicio de los canales privados en aquella Navidad de 1990, también la ciudad vivía pendiente del desmantelamiento de los depósitos de Campsa en Puntales y su posterior traslado. Entonces, vivían en la zona más de 15.000 personas por lo que el Ayuntamiento estudiaba otro emplazamiento más seguro para la planta.

Regeneración de la playa

Ya en enero, comenzaría por toda la ciudad la instalación de diez pipicanes, un artilugio que inventó el Ayuntamiento para que los perros hicieran en ellos sus necesidades y no ensuciaran las calles de la ciudad. Además, la playa de la Victoria comenzó a recibir arena extraída de la Bahía. Las embarcaciones que se encargaban del dragado del canal de acceso al muelle de Cádiz transportaban la arena hasta Zona Franca y, desde allí, era impulsada hasta Cortadura a través de 1.450 metros de tubos. Con estos vertidos, la playa recibió 40.000 metros cúbicos de arena al día y se consiguió ganar 50 metros de superficie en la pleamar. Las obras se terminaron en marzo. Aunque la arena quedó de un color más oscuro que la existente, poco a poco se fue aclarando con el llamado lavado de mar y la oxidación.