SAN FERNANDO

Una emisora de ámbito ¿municipal?

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OPINIÓN Desde que el 23 de octubre de 1986 RADIO LA ISLA comenzara sus emisiones, produjo un nutrido grupo de profesionales de la radio que luego ha ido exportando a otros medios provinciales, autonómicos y nacionales. Todos ellos echaron sus dientes radiofónicos en esta, por aquel entonces gran emisora de radio, la segunda en el tiempo de las independientes de la provincia, la primera fue Radio Chiclana. En 1989 sufrió un cierre gubernativo que desembocó en la concesión de una licencia de emisión al Ayuntamiento de San Fernando que a su vez «cedió» sus derechos a Radio la Isla S.A ¿?

Muchos recordarán aquel acto de inauguración donde el Sr. alcalde de entonces, Antonio Moreno, del Partido Andalucista, dio públicamente sus bendiciones a algo que nacía con vocación de ser el primer medio de comunicación local escrito en el aire, simiente del que posteriormente fuera el grupo Publicaciones del Sur o Grupo Información. Desde entonces, es decir, desde hace veinte años, esta licencia de emisión municipal ha sido gestionada y explotada, bajo el consentimiento de nuestros ediles, por socios particulares, que poco o nada tienen que ver con el mundo radiofónico y que, aprovechando la collá, han «pescado en el estero» todo el tiempo que el capataz se lo ha permitido. Pero claro, si lo único que hacemos es sacar zapatillas y lenguados sin dedicarle el menor cuido a la ova, el estero está llamado a desaparecer ahogándose en su propio limo.

La radio es algo vocacional, pasional, creativo y mágico. La radio tiene una enorme utilidad y es además imprescindible para cualquier población como San Fernando.

A estas alturas, un servidor ya está ducho en el arte de buscarse el jornal sople travesía o vendaval, pero otros valiosísimos compañeros lo van a tener bastante crudo ya que no todos tenemos la misma capacidad para salir de nuestro entorno y seguir adelante.

En la actualidad. la programación de esta emisora no es más que un mero repetidor de espacios enlatados, obsoletos y azucarados con concursitos para incondicionales y fieles oyentes de la radio de su pueblo, carente de unos servicios informativos locales con criterios de vender la ciudad .

Mientras en Cádiz compiten entre sí nueve o diez frecuencias (repetidores de medios nacionales) con el apoyo, incluso de algunas firmas comerciales de San Fernando que ven más rentable apoyar a esos medios que a la emisora de nuestra ciudad por razones evidentes, en nuestra isla suena lo que suena cuando deberíamos tener un medio independiente amparado por su propia audiencia, en otros tiempos muy numerosa.

Recordemos la unidad móvil de la radio en la calle, en la playa, en la feria, en las procesiones, en cualquier conferencia, No había acto en La Isla donde no estuviera la unidad móvil de su emisora con un reportero/a que diera fe de cuanto ocurría en San Fernando.

Ahora ha llegado el momento de dar un paso al frente y si la empresa concesionaria no puede mantener el nivel que San Fernando demanda, debería ser el Ayuntamiento quien abandere la continuidad de este medio de reconocida historia y manantial de profesionales de probada valía.

Señores y señoras munícipes, no dejen pasar una oportunidad como ésta. Si no se habla de San Fernando, San Fernando no existirá, si no está la radio, San Fernando no estará, al menos no estará en las Ondas y mientras las emisoras de radio de Cádiz, hablarán y amplificarán las cosas de Cádiz, en San Fernando nos tendremos que conformar con un par de minutos en algún que otro informativo local de la capital.

Mientras tanto, los políticos que en la actualidad llevan las riendas de La Isla, hacen caso omiso a las reiteradas solicitudes que los trabajadores de este medio les han hecho exponiéndoles con evidencias su precaria situación.

Ese «ilustrísimo mirar hacia otro lado» está sentenciando su total desaparición, por consiguiente o ustedes toman cartas en el asunto o se van a ver privados de la única emisora de radio que a pesar de las circunstancias, sigue difundiendo todo lo que hacen las entidades isleñas, el comercio local y, no se olviden, sus propias actividades como políticos y políticas.

Sean valientes y saquen la cara por algo que merece la pena.