El Ayuntamiento busca ideas en Madrid para el proyecto de los depósitos de Tabacalera

Técnicos del Ayuntamiento de Cádiz han viajado a Madrid para conocer las instalaciones del Antiguo Matadero, un proyecto del Ayuntamiento de esa ciudad que está convirtiendo por fases este recinto comercial e industrial en un centro cultural. La alcaldesa, Teófila Martínez, tiene intención de captar ideas de otras iniciativas semejantes en España para ir perfilando el proyecto de los antiguos depósitos de Tabacalera. Una vez que Imperial Tobacco, la propietaria, firmó la cesión el pasado mes de febrero de estos terrenos, que incluyen varios edificios, el equipo de Gobierno se plantea la reforma que hará de estas instalaciones el gran centro cultural de Extramuros. No todo se conservará. En el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se establece qué edificios se quedarán y cuáles serán demolidos. Para empezar, el acuerdo con Imperial Tobacco (antigua Altadis) establece que la empresa se quedará con el terreno que da a la avenida Juan Carlos I (la parcela tiene 49.746 metros cuadrados), donde están las naves más modernas. Éstas, que carecen de valor arquitectónico según los técnicos, serán demolidas para dar paso a dos bloques de viviendas: un edificio para los pisos de renta libre (12.000 metros en total, para 141 casas) y otro para los protegidos (47 que se repartirán 4.000 metros cuadrados estipulados en el planeamiento). Ambos tendrán garajes subterráneos, con 4.052 y 2.026 metros cuadrados, respectivamente. Allí también habrá zonas verdes, un espacio para equipamiento público y viarios, además de 4.000 metros más para superficie comercial, que estará en los bajos de ambos inmuebles.

La diferencia, los metros

Pero en la parte trasera de esta nueva zona residencial -la que da a los barrios de Puntales y Loreto- se mantendrán la mayor parte de los edificios, que tienen valor como ejemplo de arquitectura industrial de principios del siglo pasado. Además, allí mismo se dejará un terreno para construir la que será la nueva facultad de Medicina, que de esta forma estará próxima al nuevo hospital.

La idea es que el resto forme parte de ese gran centro cultural y de exposiciones de Extramuros. Y ahí es donde entra esa visita al Antiguo Matadero de Madrid. Las diferencias de espacio son notables. Mientras en Madrid disponen de 148.300 metros cuadrados, en Cádiz son cerca de 20.000 (sobre una parcela de unos 40.000), aunque esta cifra es muy alta si se pone en relación con la población gaditana y también con los escasos equipamientos culturales que tiene Extramuros. En el caso madrileño, son diez edificios en el sector sureste del conjunto y en el noroeste, que incluye el pabellón de antiguos establos (hoy sede de la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional de España). Se trata de un equipamiento industrial, diseñado en 1910 por el arquitecto municipal Luis Bellido. La idea está ahora en ejecución, por parte del equipo de Alberto Ruiz Gallardón, que cuenta con el apoyo de instituciones públicas y privadas. En cuanto al contenido, la iniciativa de Matadero no sólo incluye la exhibición de expresiones artísticas, sino también la producción, con especial énfasis en proyectos innovadores y experimentales de ámbito internacional. Quiere ser, además, un punto de encuentro imprescindible entre artistas y creadores, estudiantes y profesionales de diferentes campos, tanto para públicos específicos como para el gran público. La idea es ir intensificando el programa de actividades hasta 2011, cuando está previsto que concluya la rehabilitación.

Desde el punto de vista arquitectónico, el complejo es similar al de Cádiz, sobre todo en cuanto a los materiales (el ladrillo) y la finalidad para la que fue construido (arquitectura utilitaria). La idea del equipo técnico que está llevando a cabo la rehabilitación en Madrid es mantener la esencia del edificio, consolidando lo que hay y adaptándolo al uso.

Se desconoce aún, en el caso de Cádiz, cuáles serían los plazos y el presupuesto, aunque en la ficha del Plan General de Ordenación Urbana figuran dos años para la ejecución del proyecto. Habría que contar, por supuesto, el tiempo que tarde en redactarse (el anteproyecto y el definitivo), así como los plazos burocráticos. En cualquier caso, la intención municipal es que esté terminado para 2012, como no podía ser de otro modo.

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