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«Todavía no hemos perdido ninguna votación»

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-¿Cómo se ve la política desde primera fila?

-Estar aquí y ver cómo se negocia cada tema es muy diferente a como son las cosas a nivel local. Es tal la cantidad de iniciativas que se gestionan cada día que no da tiempo ni a asimilarlas, ni a venderlas para que lleguen a los ciudadanos. En el televisor que está frente a mi mesa a veces veo ocho comisiones a la vez, con multitud de proyectos. Todo corre mucho, el ritmo es muy acelerado. Y vemos problemas del día a día del ciudadano, aunque a veces él crea que es el Ayuntamiento la administración más cercana.

-¿No está, entonces, el Parlamento lejos de la gente?

-No lo creo. La mayor parte de la actualidad es política nacional y de ella, la actividad del Parlamento ocupa mucho espacio. Cuando no hay sesiones parece que no hay noticias en los telediarios. Puede resultar distante porque se ve a través de esos medios tan irreales, pero no, aquí los diputados están atentos a lo que les reclaman los ciudadanos, aparte que luego trabajan en sus provincias. Recuerdo de una chica soldado que sufría malos tratos y le habían puesto una orden de alejamiento, le habían trasladado a otra ciudad y tenía que ser ella quien dejara a los hijos con su pareja Una vez, desesperada, llamó a la centralita del Congreso y me la pasaron. Hablé con ella y el Gobierno hizo un decreto para cambiar esa situación. Así que fíjate si puede estar cerca el diputado del ciudadano.

-Pero esa imagen del hemiciclo vacío

-Porque esta casa es compleja: cinco edificios, multitud de reuniones, comisiones, iniciativas que hay que negociar, debatir, eso implica reuniones en salas anejas. Las sesiones se pueden seguir desde el despacho y a veces se hace una labor más importante fuera que dentro del hemiciclo. Hablar con un alcalde de tu provincia que tiene un marrón, solucionar un tema, recibir a colectivos...

-Pues la asistencia a las votaciones se ha convertido en una cuestión definitiva. ¿Cree que el Gobierno conseguirá salvar la legislatura? En la situación tan complicada que se ha creado a raíz de la retirada del apoyo del PNV, tras las elecciones en el País Vasco y la decisión de optar a la lendakaritza, ¿qué margen de maniobra tiene el Gobierno para sacar adelante las leyes y, en definitiva, su programa?

-Ni la legislatura pasada ni la actual tuvimos mayoría absoluta. Por tanto la receta para sacar las iniciativas siempre ha sido el diálogo y el consenso. Llevamos cinco años haciéndolo por cada iniciativa que se debate en una comisión, por cada pleno, no sólo porque no tengamos mayoría, sino porque queremos conocer otras propuestas, que pueden mejorar la tuya propia. El diálogo se tiene no sólo con los grupos parlamentarios, sino con los colectivos implicados. Por tanto, no es nuevo.

-Pero ahora mismo la situación es especialmente complicada.

-Lo que ha pasado es que el PNV ha visto que no tiene posibilidades de gobernar. Es la típica reacción de un partido que tras muchos años en el poder ahora tiene que dejarlo, y ha tomado en Madrid una actitud de pataleta con el PSOE y de alineación con el PP, que por cierto también está favor de que el PNV deje de gobernar en Euskadi. Del PP no me sorprende. Aprovecha cualquier situación para intentar captar un aliado y hacerle frente al Gobierno. Lo que sí tenemos claro es que el PP no es capaz de establecer alianzas estables, por mucho subidón que tengan ahora y por mucha chulería que gasten amenazando con una moción de censura.

-¿Tanto vale que Patxi López sea presidente del Gobierno vasco como para afrontar esta situación?

-Es una gran ilusión para los socialistas, y más como Patxi lo quiere hacer, incorporando a distintos sectores, distintas sensibilidades. Lo puede tener difícil, el PP le tiene que prestar colaboración, y no es muy fiable, pero es un reto muy importante. Lo que la gente espera de los políticos es que sean valientes y en este caso, él lo va a ser.

-¿Teme empezar a perder votaciones?

-Llevan semanas diciendo eso los medios de comunicación y todavía no hemos perdido ninguna, quien se ha quedado solo es el PP. En la legislatura pasada y a principios de esta hemos perdido alguna, y en algunas comisiones, ha pasado siempre. ¿Que pierdes una iniciativa que suponga tomar en consideración alguna cosa? Pues no tiene mayor trascendencia. Tampoco podemos decir sí a todo. También hay que valorar que votación se pierde, no es lo mismo una ley que una proposición no de ley o una toma en consideración.

-Se habló de que sectores del PSOE piden un gran pacto con el PP ante la crisis ¿prospera esa idea?

-Lo que estamos reclamando es que el PP se implique. Ha habido siete debates económicos en el Congreso y el PP no ha arrimado el hombro. De hecho Rajoy lo dijo, que no estaba por la unidad frente a la crisis. Creo que sólo en España ocurre que el líder de la oposición no colabora contra la crisis. Ejercer de oposición sin arrimar el hombro no es más que una manera de dar la espalda a los ciudadanos.

-Hay cada vez más rumores de crisis de Gobierno ¿antes, después de las europeas?

-He escuchado ya varias remodelaciones del Gobierno. Eso es una potestad que tiene el presidente y sabemos que cuando ha hecho cambios no se entera nadie, al que le afecta lo sabe media hora antes

-Pero lo que ha sucedido con la retirada de Kosovo da la impresión de que hay falta de cohesión en el Gobierno

-La ministra de Defensa va a comparecer el Martes Santo. Tengo una gran fe en Carme. Es sería, rigurosa y trabajadora. Sé que en su comparecencia nos explicará todo con la mayor transparencia y el por qué de cada cosa. Sé que los socialistas pecamos de un defecto, y es una crítica que los diputados solemos hacer al Gobierno, y es la que tiene mala política de comunicación. Comunicamos muy mal.

-La financiación autonómica reabre viejos discursos de agravios. ¿Cómo ve la posición de Andalucía?

-Creo que Andalucía es un ejemplo de cómo se tiene que llevar la negociación. Lo que no hay es que jalear el asunto en la calle. Andalucía lo ha hecho de forma seria y respetuosa, sabiendo lo que tiene que pedir, pero sin violentar, sin decir: «Si esto no me lo das salgo a la calle». En Cataluña habrá que llegar a un acuerdo, pero creo que se ha jaleado demasiado. Pero es necesario hacer el esfuerzo porque el sistema de financiación que dejó el PP es muy malo.

-La interparlamentaria socialista andaluza, con Chaves a la cabeza, se reúne mañana lunes en Madrid. ¿Es un modo de decir aquí estoy yo?

-La interparlamentaria socialista andaluza se reúne dos veces al año, en Sevilla y en Madrid, y ahora toca aquí.

-Pero se ha escogido un momento muy singular, no me diga.

-Si lo que usted quiere decirme es si vamos a hacer un acto para que se note o para sacar músculo, le diré que no. El gobierno de Zapatero sabe muy bien el poder que tiene Andalucía y las relaciones de Zapatero y Chaves son muy buenas.

-Y me dirá que no hay nada acerca del relevo del actual presidente de la Junta de Andalucía, a pesar de los periódicos rumores.

-Hay rumores, pero no conducen a nada más que a una distracción que ahora no nos podemos permitir. Hace tan sólo un año, Manolo Chaves como cabeza de lista del PSOE, volvió a ganar por mayoría absoluta y sinceramente le veo muy fuerte en Andalucía y sobre todo es un peso pesado para los andaluces en el resto de España y en lo orgánico del partido. Aunque como él mismo dice si alguien piensa que se debe producir una renovación, está en su derecho y que lo diga públicamente. En cualquier caso la decisión la tomará él. Sinceramente creo que a los ciudadanos en estos momentos no les interesa este debate, sino el de a solución de sus problemas en un momento tan complicado.

--Llama la atención la cantidad de asuntos de corrupción que están surgiendo. ¿A qué lo atribuye?

-A que se están poniendo medios en la Fiscalía Anticorrupción y policía especializada para que se investigue este tema. Es un paso que ha dado este gobierno, y está dando sus frutos.

-¿Cómo valora la denuncia de la Fiscalía contra Pedro Pacheco y su amenaza de poner el ventilador en el Ayuntamiento de Jerez?

-Si alguien descubre algo que cree que puede ser delito lo que tiene que hacer es llevarlo al juzgado y será la Justicia la que decida. Pero no soy partidaria de judicializar en exceso la vida política. Cada papel que te encuentres no puede ser sospechoso. Da pena que se centre el debate en eso con las muchas cosas que hay que hacer en el día a día.

-¿Cómo se ve desde aquí la situación de la provincia de Cádiz, en este contexto crítico?

-Yo comentaba el otro día que en nuestra provincia nace mucha gente que son líderes nacionales en temas muy sectoriales -presidente nacional de COAG, el de Faconauto, en la AUGC, en Fegadi, etc- de la sensación de que hay gente con ganas de luchar. Aquí encuentras primero admiración por nuestra tierra y gente con ganas de instalarse allí e invertir, sobre todo en empresas estables, sobre todo en materia de sostenibilidad, energías renovables, aeronáuticas. Creo que hay ganas. La provincia tiene muchas potencialidades por descubrir y eso es importante, no está agotada. Espero que pase pronto la crisis para que despegue. Ayudarán mucho las infraestructuras, el trabajo de Magdalena Álvarez es impagable, y las ayudas para el empleo, porque el Gobierno cree que merece la pena ayudar a Cádiz. Todos miran a esta provincia y desde aquí trabajamos mirando hacia allá.