Las protestas para reclamar un empleo en la ciudad se radicalizan

«Si esto no se arregla; guerra, guerra, guerra». Se trata de un clamor que para los desempleados de la ciudad comienza a ser una realidad. Ayer mismo dieron un aviso de lo que puede ocurrir si no se toman medidas urgentes contra el desempleo, transformando una concentración de Comisiones Obreras (CC OO) en una manifestación improvisada que llegó a cortar la calle Real, desde la Iglesia Mayor hasta la Plaza del Rey (de las pocas zonas que las obras del tranvía no ha cercenado todavía), durante más de una hora.

Los momentos de tensión se produjeron a la llegada de la Policía Nacional con varios furgones que se apostaron en la Plaza de la Iglesia, mientras que algunos parados plantaban cara quemando las propias banderas del sindicato.

A las seis y media de la tarde comenzó la concentración con la lectura de varios comunicados por parte de los responsables locales y provinciales de CC OO. Una vez que finalizaron, los propios desempleados se hicieron con las banderas y las pancartas para marchar por la calle Real cortando el tráfico existente en la zona, con una manifestación espontánea.

A pesar de los esfuerzos policiales por mantener una conversación y disolver la movilización, el corte se prolongó hasta pasadas las siete y media de la tarde, momento en el que se disgregó el grueso de los manifestantes.

Según los cálculos del propio sindicato, a la concentración acudieron unas 300 personas, mientras que fuentes policiales rebajaban considerablemente el número hasta dejarlos en 130.

El sindicato entabló conversaciones con los desempleados para realizar nuevas medidas conjuntas, pero esta vez con las autorizaciones administrativas pertinentes. Mientras tanto, las protestas de los parados comienzan a endurecerse. Además de ayer, la semana pasada también cortaron el tráfico durante la celebración de la Comisión del Bicentenario.