SINIESTRO. El fraude en seguros de coche, el más común. / O. C.
Ciudadanos

Las aseguradoras alertan del incremento de fraudes en pólizas de empresas por la crisis

Algunos negocios de la provincia han denunciado ya falsos robos e incendios en mercancías que no venden El número de estafas que se cometen en Cádiz para cobrar indemnizaciones supera los 2.150 casos

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La crisis agudiza la picaresca, hace aumentar las estafas, y las empresas aseguradoras se convierten, en estos tiempos, en las principales víctimas de estos delitos, según reconocen las propias fuentes del sector, que confirman que en tiempos de vacas flacas las denuncias por accidentes falsos, los robos que ni siquiera se han cometido y los desastres forzados e intencionados por los propios denunciantes han comenzado ya a multiplicarse más de lo habitual. En definitiva, los fraudes a seguros no dejan de subir desde que los índices de la Economía comenzaron a bajar.

Así lo confirman, por ejemplo, desde Unespa, la federación nacional de empresas aseguradoras, en la que además advierten que el mayor crecimiento de los engaños se está produciendo en las pólizas contratadas por las empresas. Este tipo de seguros son hasta ahora las que menos incidencias registraban, pero la falta de liquidez ha llevadoa muchas empresas a recurrir a la estafa para conseguir capital fácil y rápido.

«Es un fenómeno común a otras crisis que ya hemos vivido como la de los 90 y los 80», explicaban esta semana desde esta asociación sectorial.

Entre los casos que ya empiezan a destaparse aparecen comercios, pequeñas empresas e incluso trabajadores autónomos «que fingen accidentes para cobrar la baja del seguro durante una temporada en que apenas tienen carga de trabajo», explican desde Unespa.

Fuego a los 'stocks'

Incluso se han detectado casos de comercios que, ahogados por el stock de productos que no logran vender, deciden fingir robos y hasta incendios en sus almacenes, no sólo para deshacerse de esta mercancía sin apenas pérdidas. Situaciones como ésta -o similares- se han producido ya en la provincia de Cádiz, según confirman en la agencia de detectives Pikerton, ubicada en Jerez y especializada en la investigación y peritación de incendios para seguros. Este tipo de agencias es contratada por las aseguradoras para completar el trabajo de investigación de sus departamentos internos. El director de Pikerton, Juan Jesús Moya, recuerda un caso especialmente llamativo al que se enfrentaron en una oficina de negocios, en la que «sacaron todos los objeto que tenían valor y prendieron fuego al local para cobrar la indemnización».

«La siniestralidad en estos casos ha aumentado brutalmente», explican desde Unespa a falta aún de datos sobre el año 2008. Aunque «sí se ha notado que el mayor incremento de fraudes se produjo en el segundo semestre del pasado año y esperamos que se mantenga igual en 2009», afina un poco más Antoni Costa, responsable de gestión del fraude de la compañía AXA Seguros.

Los últimos datos oficiales (recabados por la asociación ICEA, encargada de las estadísticas de las aseguradoras) se remontan a 2007, el año en que los bancos empezaron a cerrar el grifo de créditos y los primeros síntomas de crisis ya se atisbaban (aunque no la reconociesen aún ni las empresas ni el Gobierno). No obstante, esas cifras oficiales -obtenidas con la información de 22 aseguradoras de toda España- ya adelantan cómo el delito de la estafa crecía en, al menos, 30 provincias españolas, entre ellas, Cádiz.

Estafas en Cádiz

En nuestra provincia, en concreto, el número de fraudes descubiertos a lo largo de aquel primer año de la crisis, superaban la cifra de los 2.100. Y suponían ya un aumento del 10% con respecto a los datos estadísticos del ICEA un año antes, cuando apenas se rozaba el horizonte de las 2.000 defraudaciones, con 1.950. Para colmo, las cifras indican que el aumento del 10% en los fraudes de seguros también lo sufrió el sector entre 2005 a 2006 en la provincia gaditana.

En términos absolutos, Cádiz se sitúa como la octava provincia de toda España en números engaños a las aseguradoras (con 2.147 en 2007). Y es la tercera de Andalucía por detrás de Sevilla y Málaga, casi siempre por delante en todas las estadísticas debido al superior número de habitantes.

Según la encuesta de ICEA, las estafas en pólizas de empresas y comercios son aún las que menos quebraderos de cabeza dan a las compañías aseguradoras. De hecho, los intentos de timar al seguro se produce en casi un 78% de los casos en títulos vinculadas a vehículos. Aunque en Cádiz, ese porcentaje se eleva hasta un 87% de las denuncias por estafa, según la encuesta del sector.

Estafas en vehículos

Un caso paradigmático de este tipo de estafas fue destapado en la provincia de Cádiz por la Guardia Civil, que detenía a una mujer por fingir un accidente de tráfico que nunca existió. El engaño fue cometido en Barbate, y en la estafa participaron de compinches una prima de la inculpada y el marido de ésta, que fueron quienes acusaron a la detenida de haberles golpeado con el coche, creyendo que al firmar un parte amistoso nadie investigaría los daños, ni intervendrían los peritos. No fue así y la compañía interpuso la denuncia.

Como en este caso, la mayoría de los timos con vehículos (en concreto el 74% de los registrados según ICEA) se basa en denuncias por daños materiales o daños corporales a terceros, los cuáles están compinchados para repartirse el botín de la indemnización. Además, en prácticamente uno de cada cuatro casos, el siniestro ni siquiera se había producido realmente.

«Muchas veces los defraudadores no son conscientes de que están cometiendo un delito, aunque eso ocurre generalmente con los fraudes de poca cuantía, otros estafadores sí saben a lo que se exponen», señala Antoni Costa, que sin embargo, recuerda que los fraudes siguen representando un porcentaje pequeño en las carteras de pólizas que manejan las compañías: «menos de un 1% de los seguros son defraudados», explica.

Pérdidas millonarias

Ese pequeño porcentaje, no obstante, representa para las compañías una pérdida de decenas de millones de euros cada año, que se escapan en indemnizaciones irregulares. Y eso a pesar de que el capital rescatado de los fraudes ya da actualmente números importantes: concretamente, entre el 80% y el 90% del importe que se entrega en indemnizaciones irregulares, vuelve a manos de las compañías.

Aún así, sólo en 2007, el fraude total que las aseguradoras perdieron ascendía a los 76.802.151 euros -y sólo entre las 22 empresas encuestadas por ICEA-. Las aseguradoras calculan cada año estas pérdidas - «siniestralidad» según el argot de las empresas-, y la tienen en cuenta a la hora de revisar las primas en las pólizas de sus clientes.

mgarcia@lavozdigital.es