EN MARCHA. Marcos, acompañado de su madre, a punto de llegar ayer a Arcos. / A. R.
Ciudadanos

Caminata por un crédito

Un empresario de Medina inicia una marcha a pie hasta Sevilla para protestar por el problema de liquidez que sufren las empresas

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Algunos empresarios tienen la soga al cuello. Marcos Rodríguez Muñoz es un carpintero de Medina Sidonia que inició ayer una marcha en señal de protesta por la situación económica y «los problemas de liquidez que tenemos en los negocios». Este vecino de Chiclana, aunque su empresa se encuentre en La Janda, ha decidido ir andando hasta la Casa Rosa, donde se encuentra la presidencia de la Junta de Andalucía, para reclamar ayudas, un crédito y poder mantener su actividad.

Recorrerá algo más de 130 kilómetros en cuatro días para tratar el viernes de que lo reciba algún responsable político en Sevilla, preferiblemente el presidente de la Junta, Manuel Chaves. La primera de las jornadas la inició en el Polígono Industrial de Medina, donde se encuentra su empresa y concluyó anoche en Arcos, desde donde partirá hoy hacia Las Cabezas, por la carretera de Gibalbín, la Nacional IV y el municipio de Los Palacios.

Marcos no se encuentra solo en esta lucha ya que lo acompañan continuamente su padre, Juan Rodríguez, y su madre, Carmen Muñoz. El primero de ellos le sigue con su coche por si existe algún tipo de problema o inconveniente, mientras que Carmen trata de caminar junto a su hijo todo lo que puede. Su padre no lo hace porque la situación que está viviendo la familia «está acabando con mi salud y no puedo andar ni cien metros sin cansarme», asegura. A través del teléfono lo apoyan decenas de amigos, sus trabajadores y tres de sus hermanos. Además, su hermana Ana también se une a la pequeña comitiva que han formado en cuanto su trabajo se lo permite. En junio de 2006 Marcos inició un sueño familiar que va camino de convertirse en pesadilla. Algo que él no está dispuesto a asumir por lo que se muestra convencido en que tiene que luchar. Abrió una carpintería con ayudas que recibió como joven empresario y con la suerte que el trabajo le fue dando porque «hemos tenido unos años en que todo funcionaba bien», aseguró, ya que «no hemos ganado dinero pero sacábamos para ir pagando todos los gastos, sin problemas». Además, comprometió su patrimonio personal, hipotecando su casa, y el de su familia, al hacer lo propio con la de sus padres, e incluso sus hermanos pidieron préstamos personales para ayudarle.

El problema llegó con la crisis. Carpinmedina, la empresa de Marcos, se encontró con el mismo problema que tienen miles de empresas en toda España, la liquidez y la morosidad. Asegura que «de momento tenemos trabajo para salir adelante pero no tengo dinero para poder hacer que la empresa funcione correctamente».

Los ocho empleados que dependen de Carpinmedina hacen también un esfuerzo importante para salir adelante e incluso llevan unos meses trabajando sin percibir su salario, a la espera de que la situación mejore. Marcos asegura que «cuando cobramos algo de dinero, por poco que sea, lo repartimos entre todos, en plan comuna, pero ésta no es forma de salir adelante».

El empresario pedirá a los responsables políticos que hagan algo por facilitar la liquidez a las empresas, además de exigirle un cambio en las condiciones que se están marcando para que las empresas puedan acogerse a líneas de ayuda. Marcos asegura que «exigen que las empresas tengamos tres años funcionando, por lo que algunas nos quedamos fuera por sólo unos meses».

Marcos luce una camiseta que señala «Caminando Juntos por el Futuro de los Nuestros».