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Interceptan un cargamento de 1.800 kilos de hachís descargado en Los Caños

Lo que antaño fue la entrada principal de hachís por las costas gaditanas dejó de serlo cuando los traficantes comprobaron el filón que suponía la desembocadura del Guadalquivir. Por eso, habían transcurrido más de dos meses desde la última aprehensión de droga en Barbate que ha precedido a la realizada en la madrugada de ayer por efectivos de la Guardia Civil. Esta escasa actividad policial, si se compara con otras épocas en la que los alijos incautados caían casi a diario, no significa que los traficantes no logren con éxito introducir ningún cargamento, pero sí que lo intentan con menos asiduidad.

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En esta ocasión, los agentes requisaron un cargamento de cerca de 1.800 kilos de hachís que había sido descargado en la playa de la Aceitera, en la pedanía de Caños de Meca.

Pasada la medianoche, las cámaras del Sive detectaron una embarcación sospechosa que se aproximaba a la costa completamente a oscuras, sin ningún tipo de iluminación. Desde el centro de control alertaron a las unidades de la Guardia Civil que estaban más próximas al posible lugar del alijo, para que establecieran un dispositivo que pudiera frustrar las intenciones de los narcos. Cuando los agentes llegaron a la zona, la droga había sido ya descargada y un grupo de personas salía corriendo ante la presencia policial.

Cuatro de ellos no pudieron fugarse y cayeron en manos de los agentes. Los detenidos son dos vecinos de Barbate, identificados como J.M.L.P., de 38 años, y R.B.P., de 42; los otros dos son varones indocumentados de origen marroquí que presuntamente se habrían encargado de pilotar la embarcación que salió de Marruecos con el cargamento. Han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, acusados de un delito contra la salud pública.