ABIERTO. El solar entre San Juan y Osorio se ha convertido en un foco de suciedad. / ÓSCAR CHAMORRO
CÁDIZ

Las ratas que comen luz Un estercolero a cien metros de la Catedral

Comunidades de vecinos se ven obligadas a cambiar las conducciones eléctricas porque los roedores devoran los cables hasta provocar averías y apagones

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¿Quien no ha sufrido alguna vez en sus propias carnes esos molestos cortes de luz en mitad de la noche? El primer recurso mental es acordarse de Eléctrica de Cádiz, pero la lista de posibles culpables de la avería tiene unos miembros inesperados. Se trata de las ratas, que en los últimos meses han desarrollado una inusual habilidad para devorador los cables eléctricos soterrados.

Las quejas de los vecinos, asombrados por la frecuencia de los fallos eléctricos, ha llegado ya al Ayuntamiento. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, José Blas Fernández, admite las protestas que provoca este nuevo fenómeno, entre técnico y natural: «El problema que hay en Cádiz con los roedores es alarmante, hemos notado los problemas que crean hasta en los grandes transformadores. Devoran el plástico que forra los cables».

Muchas comunidades de vecinos se han visto obligadas a cambiar la canalización eléctrica. «Hemos solicitado una subvención a la Oficina de Rehabilitación de la Junta de Andalucía para instalar los cables por la fachada para que las ratas no se los coman», explica Vicente Franco, el presidente de la comunidad de vecinos de la calle Hermanos Ortiz de Echagüe, número 4.

El pasado 29 de agosto de 2008, la comunidad de propietarios de las 330 viviendas de Medina Sidonia, 13, 15, 17 y 19 y Segunda Aguada, 7, 9, 11, 13 y 15 se quedó sin alumbrado público.

Después de la inspección técnica, el dictamen fue el mismo: las ratas. «La calle se quedó sin luz porque, según los técnicos, los roedores destrozaron los cables soterrados», explica con indignación el presidente de la comunidad, Antonio Falcón Caballero.

Desde entonces esta vía cuenta con una instalación provisional que en varias ocasiones ha sido denunciada por el peligro que supone para la infinidad de niños y personas que pasan a diario por la zona. «He mandado varios escritos al Ayuntamiento, pero sin obtener respuesta», lamenta Falcón.

La presidenta de la Federación Cadice, Lucía Nuñez, añade que «en muchos de los solares abandonados de la ciudad, estos animales campan a sus anchas porque las personas tiran la basura con gran falta de civismo».

Nuevo sistema

Con el fin de evitar las molestias que causan estos animales, los operarios de Eléctrica de Cádiz han decidido aplicar un nuevo sistema de soterramiento de cables. «Ahora la conducción está enterrada directamente en la tierra para evitar que las ratas lleguen. Antes, iban por una canalización, un tubo al que estos animales tenían fácil acceso», detalla el edil José Blas Fernández.

La rápida proliferación de estos roedores también es un factor para tener en cuenta, según el edil, quien hace un llamamiento para que las comunidades de vecinos desraticen al menos una vez al año las zonas comunes de sus inmuebles.

Las asociaciones de vecinos de barriada de La Paz, San Severiano, Cerro del Moro y Loreto son sólo algunas de las que ya han elevado denuncias sobre los perjuicios que causan estos roedores en la instalación eléctrica.

Un estercolero a cien metros de la Catedral

El solar del antiguo callejón de Osorio, entre San Juan y Campo del Sur, donde la Junta tiene previsto construir 52 nuevas viviendas, se ha convertido en un vertedero incontrolado. Los ve-cinos denuncian que hay personas que tiran la basura en este espacio, por lo que proliferan palomas, gatos y ratas durante la noche. Otros también bajan a sus perros para que llenen el lugar de excrementos. El terreno permanece abierto y abandonado. jmvillasante@lavozdigital.es