Ricardi agradece con su presencia en el Falla una copla de Los Gitanos

Eran aproximadamente las diez de la noche cuando Rafael Ricardi, el portuense que permaneció trece años en prisión por una violación que no cometió, llegaba al teatro junto a la comparsa de Los Gitanos. Un Ricardi nervioso aseguraba que le habían invitado para escuchar un pasodoble que le iban a dedicar sus vecinos de El Puerto y que había escuchado minutos antes.

El portuense se sentó en uno de los palcos del teatro Falla, desde donde se emocionó cuando en la primera letra de pasodoble, escrita por Pedro Romero, el grupo pedía justicia. «Me he emocionado mucho, aunque ya había escuchado algo», comentó Ricardi, que en cuanto acabó la actuación se dirigió a la zona del escenario para abrazarse con el grupo. No obstante, uno de sus miembros tuvo que ser trasladado hacia camerinos por una bajada de tensión.

Por los camerinos se dejaron ver también algunas caras conocidas como la de Pedro Romero o la de Antonio Martín, que acudió para estar con el coro Los celtas largos y con boquilla, a quien este año le hace la música.

A pesar del escaso nivel de la sesión de ayer, el teatro registró una buena entrada. Quienes no quisieron perderse el espectáculo fueron Erin y Michelle, dos estudiantes estadounidenses que se encuentran en Cádiz por un intercambio entre la Universidad de Seatle y la de Cádiz. Era la primera vez que acudían al teatro, una experiencia que les encantó. Con anterioridad ya habían hecho sus pinitos carnavalescos, pues pudieron estar en la Erizada y en algunos ensayos generales.

También acudieron al Falla desde Ciudad Real la chirigota Y llegaron desde La Mancha, que grabaron en vídeo la aventura gaditana y de la que también pudo ser testigo la Televisión de Castilla la Mancha, que, por cierto, pagó los derechos de imagen para poder grabar a los suyos.

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