CARNAVAL. Las calles se convierten en urinarios. / MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

Medio Ambiente aumentará el número de váteres móviles en Carnaval y los conectará a la red de saneamiento

Aliviar -más que las necesidades fisiológicas- el mal olor que invade las calles del casco antiguo, sobre todo en La Viña, durante Carnaval. Ése es el objetivo de la Concejalía de Medio Ambiente, que este año subirá el número de váteres móviles que se instalarán en el casco antiguo durante la fiesta.

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Si el año pasado fueron un centenar los servicios químicos, este año serán 136, aunque hay que decir que por primera vez se instalarán 24 -incluidos en esta cifra- que son «pequeñas caracolas conectadas a la red de saneamiento de la ciudad». Es decir, serán cabinas con servicios dentro que funcionarán como cualquier baño del bar: con agua corriente de la red de abastecimiento, enlace con la red de alcantarillado y luz porque también tendrá conexión con la red de alumbrado público.

«Es una novedad y un esfuerzo económico el que hacemos desde la Delegación de Medio Ambiente», subrayó Teófila Martínez, después de dar a conocer esta iniciativa en la Junta Local de Gobierno. El presupuesto de estos inodoros portátiles es de 50.000 euros. La idea es que, si se comprueba que funcionan mejor que los váteres químicos, ir sustituyendo éstos, progresivamente, por los conectados a la red de saneamiento.

En vista de que «de químicos tendrán poco», se ha previsto que tengan un servicio diario de mantenimiento y limpieza diario.

En concreto, estos aseos se situarán en el patio del antiguo Instituto de La Viña, en la calle Arricruz, en la plaza de San Antonio, plaza de Mina, plaza de la Catedral, en la plaza San Juan de Dios (junto al café Novelty), en Duque de Nájera (cerca del antiguo hospicio del Valcárcel) y en la plaza del Falla.