El cadáver de Ignacio Uría en el aparcamiento donde ha sido asesinado por dos terroristas de ETA. /Telepress
atentado en azpeitia

ETA reaparece con el asesinato a tiros del dueño de una empresa adjudicataria de las obras de la 'Y' vasca

Dos etarras disparan de frente a Ignacio Uría Mendizábal y huyen en coche en dirección a Zumárraga

MADRID Actualizado: Guardar
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ETA ha reaparecido asesinando a tiros en Azpeitia al empresario Ignacio Uría Mendizábal, consejero de la empresa constructora Altuna y Uría, adjudicataria de las obras del tren de alta velocidad, la conocida como 'Y ' vasca, que está bajo el punto de mira de la banda terrorista. El trágico suceso, se produce quince días después de la caída en Francia del 'número uno' de ETA, Garikoitz Azpiazu, 'Txeroki'.

Minutos después de la una de la tarde, el empresario, de 70 años, se dirigía como cada día al restaurante Kiruri, cercano a su casa a jugar a las cartas con sus amigos. Acompañado por uno de ellos, se encontraba en el párking del restaurante cuando un encapachudo lo ha encañonado. Dos tiros, uno en la cabeza y otro en el pecho, le dejaban herido de muerte en el suelo.

Fueron los empleados del restaurante los que avisaron a los servicios de emergencia. Pero de nada han servido los intentos de los sanitarios por reanimar al empresario y 40 minutos después, certificaban su muerte. Tras autorizar el juez de guardia el levantamiento del cadáver, el cuerpo del empresario ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de San Sebastián, donde le ha sido practicada la autopsia.

En el escenario del crimen, los facultativos han tenido que atender también a algunos de los empleados, presos de los nervios. La propietaria del establecimiento, ha sido la encargada de comunicar la triste noticia a la viuda y a los hijos del fallecido, que, además de cliente, era amigo.

Los terroristas, huídos tras intentar borrar sus huellas

Los dos terroristas, de unos 30 años, llegaron a Azpeitia en un Alfa Romeo robado poco antes, a punta de pistola, en el Alto de Itziar, donde abandonaron a su conductor maniatado. Una vez localizado el lugar y tras ver a su víctima, uno de los etarras se ha acercado a pie hasta el empresario Uría, mientras el segundo esperaba al volante para emprender la fuga en dirección a Zumárraga.

Tras tirotear a Uría, los asesinos han regresado al mismo lugar para quemar el coche y borrar así cualquier indicio que pudiera relacionarlos con los hechos. Después de calcinar el turismo, los dos terroristas han emprendido la huida a bordo de un primer vehículo que habían dejado aparcado en este punto.

Nada más conocerse la noticia, se han sucedido las muestras de dolor y el mundo de la política ha condenado firmemente el "vil y cobarde" asesinato. En la propia localidad del fallecido, se han vivido momentos de enorme tensión. El atentado ha llevado al Ayuntamiento de este municipio guipuzcoano, gobernado por ANV, a convocar un pleno extraordinario. En él, se ha aprobado una propuesta de condena sin el apoyo de ANV, que ha presentado una alternativa en la que simplemente se mostraba el pesar de la formación sin una condena explícita de la última acción de la banda terrorista. La negativa ha provocado que Eusko Alkartasuna haya decidido abandonar el gobierno municipal de la localidad guipuzcoana.

Funeral y actos de repulsa

Ignacio Uría, era un hombre de costumbres que pese a estar amenazado por ETA, no llevaba escolta. "Era tan bueno como el pan", lloran los que le conocían. El empresario se ha dedicado en cuerpo y alma a su familia -era padre de cinco hijos- y a la empresa que, junto a sus hermanos, heredó de su padre.

Altuna y Uría ya sufrió un sabotaje en marzo de 2007, cuando desconocidos pincharon las ruedas de varios camiones de esta constructora e hicieron pintadas en ellos contra el tren de alta velocidad (TAV). Era uno de los objetivos prioritarios de la banda terrorista, que con este asesinato proyecta la sombra del fantasma de Leizarán.

Por expreso deseo de su familia, su funeral tendrá lugar el viernes. Sus restos mortales serán trasladados al tanatorio de Azpeitia, donde mañana quedará instalada la capilla ardiente. Hasta allí se trasladará el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien tras conocer la noticia ha comparecido ante los medios para asegurara que "los asesinos de Ignacio Uría van a pasar el resto de su vida en la cárcel". Con semblante serio y rotundo en sus palabras, el líder del Ejecutivo ha querido trasladar también a los empresarios vascos su apoyo en estos momentos tan duros y expresar la firme determinación de realizar las obras de la 'Y' vasca, "la más importante para la futura vertebración de Euskadi, de Euskadi con el conjunto de España y de Euskadi hacia Europa".

Tras el funeral, familia, amigos, vecinos y numerosas personalidades se manifestarán por las calles de la localidad guipuzcoana para expresar su repulsa a la última acción de la barbarie terrorista y lanzar un mensaje claro a la banda: "ETA márchate".