El hospital de San Carlos despide a sus Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

Las ocho Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul bajaron esta mañana por última vez los escalones del hospital General de Defensa de San Carlos. Se despidieron recibiendo el afecto y el reconocimiento de sus compañeros y de la propia Armada, representada por el almirante de la Flota, Juan Carlos Muñoz Delgado, que entregó a las religiosas la Cruz del Mérito con distintivo blanco por los servicios prestados. Y es que la congregación llevaba 138 años cumpliendo las labores de enfermería en el hospital, siendo el primero de estas características al que llegaron y el último en marcharse.

Sus superiores han decidido que sus cuidados son más necesarios en otros lugares como las residencias de ancianos, de transeúntes o de enfermos de sida de Chiclana, Jerez y Sevilla. El alcalde de la ciudad, Manuel de Bernardo les entregó un alfiler con la cabeza de cañailla para que "lleven San Fernando a donde vayan porque miles de isleños les agradecen su atención y cuidados". También descubrieron una placa que bautizó el nombre de la entrada del hospital como plaza de Las Hijas de la Caridad, una plaza que las religiosas entre lágrimas recorrieron por última vez. A todas les costaban articular palabra con la emoción y sólo atinaban a decir que "era algo que no esperábamos que fuera así, es una despedida muy emotiva y difícil, pero hay que cumplir la voluntad de Dios". Más de una se lleva 30 años de recuerdos pero dejan escrito 138 años de historia en las paredes del hospital.