FIESTA. «Perdonad el retraso», se leía en la camiseta con la que el italiano celebró su campeonato. / EFE
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Rossi levanta su octavo título dos años después

Se impuso en Motegi por delante de Stoner y Pedrosa Bautista remonta pero no puede con Marco Simoncelli

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El rey vuelve a su trono. Después de dos temporadas de destierro, Valentino recuperó el cetro mundial en Japón. Y lo hizo a lo grande, venciendo con su Yamaha en Motegi, el circuito de Honda. Y el triunfo sirvió para que el italiano sacara todo su ingenio en la celebración. Se enfundó una camiseta en la que se podía leer «Perdón por el retraso» y un reloj que marcaba las ocho, en referencia a sus fracasos anteriores ante Nicky Hayden y Casey Stoner. Remató su espectáculo al aparcar su montura en un punto de la pista donde le esperaba el notario Octavio Octaviano, para firmar conjuntamente el casco que había utilizado en la carrera y certificar este nuevo título que engrandece aún más su ya legendaria figura.

Sus rivales lo intentaron, pero la verdad es que tanto Pedrosa como Stoner parecían los primeros convencidos del triunfo de Rossi. El australiano fue el primer líder, pero Dani Pedrosa le tomó el relevo en los primeros compases y Valentino se unió a ellos sin dilación, rodando los tres por este orden durante las primeras vueltas. El australiano decidió tomar el mando en una ajustada maniobra que le hizo alzar la mano para pedirle disculpas al español. El italiano aprovechó esta maniobra también para adelantar a Dani, que a partir de ahí rodó tercero y perdió terreno respecto a sus rivales.

Stoner se mantuvo primero pero sintiendo el aliento de Rossi. El trasalpino tomó la primera posición a diez vueltas del final. Poco a poco marcó una distancia de seguridad frente al de Ducati, que cruzó la meta segundo y subió al podio nipón por primera vez. Tuvo que ceder la corona en el mismo escenario donde la consiguió hace un año. Por detrás parecía que Pedrosa tenía asegurado el tercer puesto, pero Jorge Lorenzo se acercaba peligrosamente y en la última vuelta los dos estuvieron a punto de irse al suelo. El mallorquín intentó un adelantamiento imposible en la última curva.

Golpeó con la rueda delantera de su Yamaha la parte trasera de la Honda de Dani. Ambos se desestabilizaron, pero afortunadamente ninguno se cayó. Jorge concluyó cuarto y Pedrosa volvió al cajón después de cinco carreras de ausencia.

En cuanto a Toni Elías, hay que decir que no tuvo suerte, porque además de correr aquejado de un fuerte resfriado, sufrió una salida de pista que le dejó en la cola del pelotón y ni siquiera pudo puntuar.

Simoncelli, a punto

«El título de 250 cc. aún no está perdido». Así lo afirmó Álvaro Bautista tras concluir segundo en una carrera en la que se vio obligado a realizar una importante remontada tras una mala salida. Lo malo es que se impuso Marco Simoncelli y aumentó aún más su ventaja al frente de la tabla. Ahora, el español es segundo a 32 puntos del italiano, cuando quedan 75 en juego. Simoncelli dominó la carrera en Motegi de principio a fin. A diez vueltas para el final Bautista se colocaba segundo y se pegaba al italiano para buscar la oportunidad de pasarle. El italiano sabía el peligro que entrañaba la persecución del español y procuró tapar siempre todos los huecos. El golpe final vino a tres vueltas del final, cuando los dos protagonistas se toparon con dos pilotos doblados. Eso le permitió a Marco recibir un balón de oxigeno que fue definitivo.

En 125 cc. será difícil que el título no quede decidido antes de Valencia. Mike di Meglio supo conformarse en Motegi con una segunda posición que le permite aumentar su ventaja al frente de la general hasta los 36 puntos. La representación española resultó bastante mal parada. En la primera vuelta se cayeron Marc Márquez y Pol Espargaró; poco después lo hizo Tito Rabat al ser embestido por la montura de otro piloto que acababa de caerse. En total fueron 13 los pilotos que tuvieron que abandonar.