Curiosidades

El ombligo del mundo

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Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la Isla de Pascua o Rapa Nui, como se le conoce en el idioma local, es un archipiélago chileno ubicado en mitad del océano Pacífico, a más de 3.000 kilómetros de la costa americana. Por ello, también se la denomina como el ombligo del mundo.

La isla, una de los lugares más visitados de Chile, es un museo al aire libre en el que predominan los moáis, lugares ceremoniales o ahu y petroglifos. En todo el territorio se contabilizan unas 900 estatuas, que oscilan, como media, entre los 5 metros de altura y las 14 toneladas de peso.

Colocados sobre las plataformas llamadas ahu, los moáis son hoy en día una incógnita. Se cree que dichas figuras representan a importantes antepasados y que fueron erigidas entre los siglos XII y XVII. Hechos de toba volcánica, portaban sobre su cabeza coronas de varias toneladas de piedra roja, elaboradas con material del cráter de Puna Pau. Asimismo, las cavidades oculares estaban rellenas de placas de coral a modo de ojos. Sin embargo, la mayoría de ellos ya no existen.

Al parecer, guerras tribales entre los habitantes de la isla terminaron con gran parte de los moáis, arrogándolos al mar o rompiendo ellos mismos sus estatuas. No obstante, el gran misterio que envuelve a estas cabezas de piedra es su transporte. Los expertos no se ponen de acuerdo en dar una explicación concreta de cómo los indígenas lograron trasladar y elevar tales moles sin la ayuda de herramientas o animales de carga. La utilización de trineos o rodillos de madera engrasados con algún lubricante natural es una de las hipótesis que se barajan.

También se especula con posibilidad de que fuesen movidos balanceándoles con cuerdas. No obstante, un reciente descubrimiento a dado alas a la conjetura de que los rapa nui utilizasen maquinaria compleja a tal efecto, ya que se han encontrado tramos de carreteras en las que figuran extraños huecos excavados en la roca. Dichos agujeros fueron realizados justo en los tramos de vía, de unos 3,5 metros de ancho y con forma de V, con pendiente.

Para los investigadores, este hecho podría deberse a que los constructores encajaban ahí algún tipo de maquina que les ayudaba a desplazar a los moáis cuesta arriba. Sea como fuere, este parece un enigma sin resolver.

La Asociación Nueva Acrópolis ha organizado una exposición sobre la Isla de Pascua en su sede de Cádiz.

Más información sobre la exposición sobre la Isla de Pascua