Fuerzas rusas pacificadoras replegadas a la base de Teklati, cerca de Poti en Georgia occidental. /AFP
guerra en el 'avispero del cáucaso'

Rusia reconoce la independencia de Abjasia y Osetia del Sur pese a las advertencias y la condena de Occidente

EEUU reitera que Moscú tiene que respetar la integridad territorial de Georgia y replica que "el estatus de las dos regiones separatistas es un asunto de la comunidad internacional con los mecanismos de la ONU"

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Tras los últimos movimientos del Senado y la Duma rusa en el conflicto de Georgia, ya sólo faltaba que se pronunciara el presidente ruso. Y lo ha hecho, en una intervención televisada, para anunciar que el país reconoce la independencia de las regiones separatistas georgianas de Osetia del Sur y Abjasia. Dmitri Medvédev, en calidad de jefe del Kremlin, ha firmado los decretos sobre este reconocimiento y ha instado a otros Estados a seguir su ejemplo y hacer lo mismo.

"Teniendo en cuenta la libre expresión de la voluntad de los pueblos oseta y abjaso, (...) he firmado los decretos sobre el reconocimiento por la Federación de Rusia de la independencia de Osetia del Sur y de la independencia de Abjasia". El líder ruso ha explicado que esta decisión se basa en los postulados de la Carta de la ONU, la declaración de 1970 sobre los principios del derecho internacional sobre las relaciones amistosas entre los Estados y otros documentos internacionales. "No ha sido una opción fácil, pero es la única posibilidad de garantizar la vida de la gente", señalaba en alusión a los habitantes de ambas regiones georgianas que rompieron con Tiflis a comienzos de la década pasada.

Adoptada esta decisión, Medvédev ha ordenado por decreto al Ministerio de Exteriores establecer relaciones diplomáticas con las dos regiones separatistas y abrir una ronda de negociaciones para preparar la firma de sendos tratados de amistad, cooperación y ayuda mutua. Además, el líder ruso ha dado orden al Ministerio de Defensa para "garantizar la paz" en estos territorios.

Acusaciones de genocidio contra Saakashvili

Medvédev ha aprovechado su intervención para acusar al presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, de genocidio por su ataque a Osetia del Sur, que llevó a Rusia a intervenir militarmente en el conflicto. "El 8 de agosto en Tiflis hicieron su opción. Saakashvili eligió el genocidio para cumplir sus tareas políticas", ha señalado el presidente ruso, que ha recalcado que el dirigente de Georgia "con sus propias manos ahogó las esperanzas de convivencia pacífica de osetas, abjasos y georgianos en un solo Estado".

La reacción georgiana no se ha hecho esperar. El viceministro de Asuntos Exteriores, Giga Bokeria, ha calificado la decisión de Rusia de intento de "anexión descarada". También Francia, que ejerce la presidencia de turno de la UE, ha calificado de "lamentable" el anuncio de Medvédev; lo mismo que Estados Unidos.

Este paso adelante de Rusia no hace sino enfriar todavía más las relaciones con Estados Unidos. De hecho, la administración norteamericana ya se había pronunciado en contra de que el Senado ruso y la Duma pidieran ayer al presidente Medvédev que reconociera a las dos provincias como estados independientes.

Washington considera que este apoyo a las regiones separatistas georgianas "sería inaceptable", y ha reiterado que Moscú tiene que respetar la integridad territorial y la soberanía del país caucásico. Rusia "sabe muy bien" cuál es la posición del Gobierno estadounidense sobre el estatus de las dos regiones separatistas, había explicado el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Robert Wood, que añadía que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, ha hablado "al menos una vez" en los últimos diez días con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

Moscú debe respetar la integridad territorial de Georgia

De nada han servido esos contactos porque Rusia ha seguido adelante y ha dado un vuelta de tuerca más al conflicto. Tampoco ha tenido efecto que tanto el presidente George W. Bush como Rice y otros altos representantes de su Gobierno hayan venido reiterando desde hace meses, y con más intensidad en los últimos días, que Moscú tiene que respetar la integridad territorial de Georgia, como queda establecido en resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, incluso en la más reciente de abril de 2008.

La Casa Blanca insiste en que la independencia de Osetia del Sur y Abjasia no puede ser determinada por Rusia. "El estatus de estas dos regiones en Georgia es un asunto para la comunidad internacional a través de los mecanismos de la ONU", ha señalado el portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto. El asunto de "cómo avanzaremos en la cuestión de las dos regiones y cuáles son sus intereses y las de Georgia debe ser abordada en negociaciones pacíficas y debates entre las partes", incluida la ONU, ha asegurado Fratto.

Además, el Gobierno estadounidense y el Pentágono han reiterado que Rusia está incumpliendo su compromiso de retirada de Georgia al mantener sus tropas en el país en ciudades como Gori, un punto clave de acceso a la región separatista de Osetia del Sur. La Casa Blanca también ha indicado que el Gobierno está revisando sus relaciones con Rusia.