ESPAÑA

Spanair superó con éxito un centenar de inspecciones antes del accidente

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, desvela momentos de tensión con la compañía tras estrellarse el avión

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Aviación Civil sometió a la aerolínea Spanair, propietaria del avión MD-82 que se estrelló el pasado miércoles junto a la T-4 de Barajas, a más de cien inspecciones en lo que va de 2008. En ellas, los técnicos no detectaron ningún fallo que pudiera comprometer la seguridad de los viajeros.

El director general de Aviación Civil, Manuel Bautista, compareció ayer en el Ministerio de Fomento para transmitir a los españoles «tranquilidad» y «confianza en el sistema» de control del transporte aéreo en Europa y España, que definió como «seguro, fiable y confiable a pesar del desgraciadísimo accidente».

Bautista detalló que «en lo que llevamos de 2008 a Spanair se le han hecho más de cien inspecciones de diverso tipo», exámenes que sirvieron a los peritos para constatar que «en general la compañía estaba bien». «No se habían detectado problemas siquiera de mínima importancia», recalcó.

El director general rechazó elucubrar acerca de las posibles causas del siniestro, que hasta el momento ha causado 154 muertos. A su juicio, ha debido de haber «un conjunto de fallos que están por determinar».

A través de este alto cargo, el Gobierno descartó que la situación de crisis económica por la que atraviesa Spanair, que planea despedir a un millar de empleados para disminuir gastos, haya podido degradar las condiciones de seguridad de sus vuelos.

En el centenar de inspecciones realizadas a Spanair -periódicas, aleatorias por sorpresa a pie de rampa e incluso en los talleres de mantenimiento de la compañía- «no hemos detectado que esa política de reducción de costes afectara lo más mínimo a la seguridad».

«Siempre hemos tenido a Spanair como una compañía muy segura, que tenía y que tiene una buena imagen de control de seguridad ante la Dirección General de Aviación Civil», certificó Bautista.

Los pilotos de la aerolínea, a través del sindicato de aviadores SEPLA, difundieron un comunicado para manifestar «rotundamente» que los aviones y vuelos de Spanair «son absolutamente seguros y cumplen con los estándares de seguridad operacional que exigen las principales organizaciones aeronáuticas nacionales e internacionales».

La sección sindical de SEPLA en Spanair recalcó que «nunca» un piloto ha sido presionado por la dirección de la aerolínea «para volar un avión que no cumpliera los estándares legales de aeronavegabilidad y seguridad», y subrayan «el alto nivel de profesionalidad y responsabilidad del personal de mantenimiento de Spanair», que consideran uno de «los activos más fiables y eficientes de la empresa».

Spanair sí recibió críticas por su forma de conducir la crisis en las horas posteriores al accidente, que provocó tensiones con el Gobierno, entre otros motivos por su excesiva tardanza en hacer pública la lista del pasaje del vuelo JK5022.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, admitió en declaraciones a la Ser que «hubo unos primeros momentos difíciles», aunque luego «la colaboración ha sido diaria».

El presidente de Canarias, Paulino Rivero, fue mucho más duro y señaló sobre Spanair que «la información fue deficitaria y la actitud hasta inhumana, desviando las llamadas de los familiares a un mensaje de voz».

El juez de Madrid que investiga el siniestro, Javier Pérez, recibió ayer en su despacho una copia del vídeo grabado por las cámaras de seguridad del aeropuerto que recoge el despegue y posterior desplome del MD-82.

La grabación, que dura sólo siete segundos, fue vista ya por miembros de los Gobiernos central y regional, así como por los miembros de la comisión que investiga el siniestro.

Según fuentes jurídicas, la tardanza de la Policía Judicial en hacer llegar una copia al juzgado ha causado malestar en su titular, ya que es una información muy relevante para la investigación.

La grabación es la primera prueba de peso que recibe el juez, pues ninguno de los informes que ha solicitado a AENA, a la Comisión de Investigación de Accidentes, a la Policía Judicial y a la Guardia Civil han llegado aún a su mesa.

El magistrado espera que el primero sea el que prepara la Guardia Civil con las declaraciones tomadas a todos los supervivientes y testigos relevantes.

Seis vuelos cancelados, uno de ellos a Jerez

Spanair vivió ayer una jornada difícil, al menos en las rutas que tienen como punto de partida el aeropuerto de Barajas. Seis vuelos fueron cancelados, y los restantes sufrieron retrasos, la mayoría por «problemas técnicos» de los que la empresa no dio detalles.

Los vuelos cancelados tenían como destino Mallorca, Valencia y Asturias, Alicante y Jerez. Los pasajeros de las dos primera rutas fueron informados de la suspensión por «causas operativas» y recolocados en otros aviones.

Un portavoz de Spanair explicó que en el avión que iba a Palma de Mallorca la tripulación detectó un «problema técnico», del que no dio más datos. La empresa optó por realizar un «chequeo de seguridad», tras el que la nave volvió a la actividad a última hora de la mañana.

En cambio, a los pasajeros que tenían como destino el principado asturiano se les comunicó que su vuelo sufriría un «retraso indefinidamente» y que el viaje se haría en autobús, lo que provocó escenas de indignación entre el pasaje.

Todas estas incidencias provocaron retrasos de unos noventa minutos de media en la mayoría de los vuelos de la compañía. Las demoras superaron las dos horas en las rutas que, con salida desde Madrid, tenían como destino las Baleares o las Canarias.

Andalucía

Además, un vuelo de Swiftair operado por Spanair que cubría la ruta Granada-Barcelona decidió volver al aeropuerto granadino quince minutos después del despegue al detectar «un problema de comunicación» que podría afectar al avión «en zonas con mucho tráfico aéreo», explicó el piloto a los pasajeros.

Por otra parte, Aviación Civil envió el domingo por «cautela» dos inspectores a revisar el aparato de Spanair que realizó un aterrizaje de emergencia en Málaga.