Una simpatía congénita y vital

Anabel es una chica inquieta. Dice que poner en marcha la empresa de montar una tienda de fotos junto con Blanca Galisteo ha sido su gran aventura. Esto no dejaría de ser anormal si no narrara después que, este año, por ejemplo, se ha dedicado a hacer el Camino de Santiago, darse una vuelta por Las Fallas de Valencia y después estar en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona para vivir el chupinazo de los Sanfermines. «Lo de San Fermín ha sido muy fuerte. Sin duda que el año que viene, si no voy, al ver el chupinazo de nuevo rodará una lágrima por la mejilla», comenta.

Anabel es una mujer vitalista. Si dijéramos que disfruta cada momento que vive al día no estaríamos muy desatinados. «Aquí en la tienda hemos tenido que evolucionar mucho porque el mundo de la imagen ha pegado un vuelco en los últimos años. Pasamos a lo digital y esto ha propiciado que prácticamente tuviéramos que comenzar de nuevo», comenta. Ella lo hizo, pero con una sonrisa en el rostro.

Viajera incansable, cuando puede perderse, lo hace, por poner un ejemplo, en las dunas de los desiertos de Marruecos, con su todoterreno, viviendo a tope cada minuto y cada kilómetro. «Ya he ido dos veces a Marruecos. Aquello es impresionante, es un país maravilloso y muy distinto de lo que pudiéramos imaginar a priori. Sus gentes son maravillosas», comenta Anabel cuando habla de algunas de sus aventuras ante el volante.

Pero no sólo es la aventura lo que le apasiona a Anabel de la vida. «El arte me gusta en sus distintas facetas. Me encanta el flamenco y también me fascina la fiesta de los toros. Sé que quizá no entiendo mucho; pero cuando puedo y me apetece no me lo pienso dos veces y me voy a la plaza de El Puerto un domingo de verano por la tarde para disfrutar del espectáculo».

Espíritu vital y con una simpatía inherente, esta jerezana forma parte de los ciudadano interesantes.

Podríamos seguir con distintos capítulos, pero la sección se nos ha esfumado por hoy. Hay ciudadanas con las que sobran los motivos para escribir algo. Anabel es una de ellas.