NO PUDO SER. Pese a los intentos, el Cádiz no fue capaz de pasar del empate. / ANTONIO VÁZQUEZ
Cádiz C.F.

El Cádiz no define sus oportunidades y pierde el Catavino en los penaltis

Los amarillos despliegan su mejor fútbol con Fran Cortés al mando

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Pasitos cortos en la mejoría de su juego son los que da el Cádiz que ayer perdió el Catavino de El Puerto en los penaltis tras un partido que acabó empate a uno y con un Cádiz levemente superior al equipo que tendrá como rival en su tercera jornada liguera. Porque el once de Javi Gracia, que cada día va teniendo más claro, jugó por rachas bien ante un Portuense que llevó peligro gracias a sus contras.

El Cádiz comenzó el choque ejerciendo como favorito pero con la parsimonia habitual del inicio. Producto de los primeros despistes de la zaga amarilla se acercó Abel pero sus disparos fueron repelidos por la defensa cadista. Pasado el cuarto de hora el equipo de Javi Gracia se hizo con las riendas del partido pero sin la profundidad.

Sólo a balón parado con un Parri muy entonado en los centros los amarillos acercaban algo más a los dominios de Manu Taranilla. Precisamente con un pase medido de Parri a una buena incorporación por la banda de Acuña el Cádiz pudo marcar. Sin embargo, el control del paraguayo con el pecho se le fue algo largo. Hubo que esperar cuarenta minutos para ver el primer lanzamiento a puerta de Cádiz. Se trató de un disparo de Parri que fue a las manos del portero portuense. Los minutos finales fueron para el cuadro local que tuvo el detalle de avisar con un cabezazo de Carrasco al larguero tras el saque de una falta de de Diego Ramírez. Minutos después y con el tiempo cumplido el mismo Carrasco le ganó la disputa de un balón largo a Mansilla y lo cruzó perfectamente haciendo inútil la estirada de Dani. En recuerdo de su primeo Güiza celebró el gol haciendo el arquero.

Destellos de calidad

En la segunda mitad la entrada de Fran Cortés dio brío al juego de ataque amarillo y con algunos destellos del canterano el Cádiz comenzó asediando a su rival. Producto de ello llegó el empate obra de Andrade que centró al área y Enrique en su intento por cabecear sin llegar a darle engañó al portero.

Minutos después el equipo de Javi Gracia volvió a acercase a la portería contraria gracias a una jugada entre Acuña y Andrade que acabó en manos del portero local tras un disparo tímido del paraguayo. Lástima que el árbitro no concediera un gol fantasma de Barreiro en el descuento de la segunda parte tras cabecear al larguero un perfecto centro de Raúl López.

El Cádiz no sacó provecho de su dominio total en el segundo tiempo y al final lo acabó pagando desde los once metros. El Portuense ejerció de anfitrión y se adjudicó el Catavino.