Desarticulan una 'rave' ilegal en una tubería bajo la N-340 donde se vendía alcohol y droga

Cuando las discotecas de los pueblos de costa echan el cierre a primera hora de la mañana, la fiesta se extiende a lugares cada vez más insospechados y, como poco, nada saludables en fiestas organizadas de forma ilegal donde se desayuna alcohol y drogas de diseño. Son también conocidas como «raves» y reúnen a cientos de jóvenes, convocados por móvil, que quieren continuar la marcha una vez que ha amanecido.

El último caso de estos festivales ilegales fue descubierto y desarticulado el pasado fin de semana por la Guardia Civil en las afueras del municipio de Conil, junto a la carretera N-340.

Los agentes, pertenecientes a la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de laBenemérita descubrieron la fiesta ilegal a primeras horas de la mañana del domingo, alrededor de las 9.00 horas, dentro del Plan Especial de Seguridad que la Subdelegación del Gobierno ha establecido para la zona de la Janda. Sólo ese fin de semana, las patrullas nocturnas por la zona se saldaron con más de una veintena de denuncias por tenencia de drogas.

Botellón en la carretera

Según fuentes de la Guardia Civil, los agentes percibieron una gran aglomeración de personas, además de casi medio centenar de vehículos aparcados en la cercanía de la citada carretera, que une la localidad de Conil con Vejer: en el punto kilométrico 22,5 de la vía.

Gran parte de los que se concentraban en la zona estaban haciendo botellón, aunque lo que realmente llamó la atención de los agentes fue cómo un grupo de personas se desplazaba, yendo y viniendo, desde un terraplén cercano.

Al acercarse, los guardia civiles descubrieron una barra de bar portátil instalada bajo una tubería que atraviesa la carretera por su parte inferior, y que sirve generalmente de aliviadero de aguas pluviales.

Además de la venta ilegal de alcohol, en esta barra ilegal se comerciaba abiertamente con drogas de diseño. Concretamente fue incautada gran cantidad de pastillas de MDMA, también conocidas como éxtasis a un joven que responde a las siglas M. D. M. A., por cometer un delito contra la salud pública y por tráfico de estupefacientes. Los agentes llegaron a descubrirle entre las ropas hasta 20 papelinas que contenían, principalmente, pastillas de éxtasis, preparadas evidentemente para ser vendidas.

Además de este individuo fueron denunciados los tres jóvenes organizadores de la fiesta, y al menos una decenas de vehículos por interrumpir la circulación de la carretera.

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