Varios policias mantienen acordonado uno de los autobuses donde se ha registrado una explosión. /AP
han dejado tres víctimas mortales

China refuerza los controles en las fronteras tras dos explosiones a menos de tres semanas de los Juegos

Las autoridades han extendido el temor entre la población a posibles ataques terroristas durante las Olimpiadas

PEKÍN Actualizado: Guardar
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A menos de tres semanas para que arranquen los Juegos Olímpicos de Pekín, las Fuerzas de Seguridad han reforzado los pasos fronterizos tras dos explosiones registradas en sendos autobuses que han tenido lugar esta mañana en la provincia Yunna, al sur del país, y que las autoridades han confirmado que fueron provocadas. Se han saldado con tres víctimas mortales.

Tras las dos explosiones, el Departamento de Seguridad Pública ha ordenado desplegar nuevos controles de seguridad en las carreteras fronterizas a la provincia de Yunna, que limita con Myanmar, Laos y Vietnam. El objetivo es evitar que los culpables huyan del país.

Las autoridades han confirmado que los ataques se han registrado en el interior de sendos autobuses y que han costado la vida a tres personas; otras trece han resultado heridas. Según los primeros datos que han trascendido, se trataría de bombas caseras. En verano especialmente, este tipo de ataques se multiplican de mano de trabajadores o campesinos agraviados en demanda de justicia.

El Gobierno difunde la amenaza terrorista

Este último incidente, sin embargo, llega en un momento especialmente inoportuno, ante la cercanía del inicio de los Juegos Olímpicos, que se inauguran el próximo 8 de agosto. Las autoridades han extendido el temor entre la población a posibles ataques terroristas, incluso han dado instrucciones sobre qué hacer en caso de que se produzca un atentado o si son secuestrados. Los consejos incluyen no mirar a los ojos al secuestrador para no provocarle.

Pese al incremento de los controles, en los últimos días se han repetido las protestas ciudadanas, que corren el riesgo de convertirse en el principal factor desestabilizador de los Juegos, lo que ha llevado a Pekín a poner en marcha una campaña para impedir la llegada a la ciudad de los llamados "peticionarios", ciudadanos que ya han agotado todas las instancias judiciales locales y acuden en busca de una última oportunidad al Gobierno central.

Entre las normas aplicadas para controlar la entrada en la capital de chinos del resto del país se incluye la puesta en marcha de un triple cordón de seguridad en las carreteras y la obligación de que los viajeros presenten su identificación para entrar en la ciudad.