MAQUETAS. Algunas de las ideas que plasmaron los estudiantes.
CÁDIZ

Varela versus Central Park

Estudiantes de los cursos de verano del Colegio de Arquitectos lanzan sus propuestas para configurar la nueva avenida que entroncará el segundo puente

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Entre la realidad y el deseo. Lo soñado y lo posible. La utopía y el andamio. Las propuestas recogidas ayer en el cierre de la sexta edición de los cursos de verano organizados por el Colegio de Arquitectos transitaban por todos estos caminos.

Fueron los propios alumnos -divididos en cuatro grupos, con un tutor al frente- los que se encargaron de exponer sus conclusiones. El ámbito de actuación en principio estaba cerrado: esa nueva avenida que se configurará con la llegada del segundo puente y que recorrerá transversalmente la ciudad hasta llegar al paseo marítimo. Sin embargo, muchos no se quisieron ceñir a esas fronteras y elaboraron propuestas para otros espacios.

Entre las más llamativas, la que realizó el grupo de Javier Fresneda, profesor de la Escuela de Arquitectura de Alcalá de Henares. Sus alumnos dividieron esta nueva avenida en cuatro tramos: Playeando (la zona de la playa), Parkeando (Varela), Da un Taum (entre la avenida del Guadalquivir y Juan Carlos I) y Puenteando (el entronque con el segundo puente). Es en este Da un Taum gaditano -primo hermano del Downtown de Manhattan- donde se diseña una gran zona verde semejante a Central Park y que abarcaría las zonas del Parque Varela prologándose por la plaza Asdrúbal hasta llegar a la playa.

El grupo de Elisa Valero, profesora de proyectos de la ETSA de Granada, aboga por ganar espacio en vertical. «Cádiz sólo puede crecer hacia el cielo», recordó uno de los alumnos que expuso las conclusiones. Pero además, dentro de esta reordenación aprovechando la nueva avenida, los estudiantes idean nuevos espacios que necesita la ciudad, como un centro de alojamiento universitario (muy necesario en el caso de que finalmente la facultad de Medicina se traslade a Extramuros) y un centro de día. Otra de las piezas fundamentales del taller dirigido por Valero fue el reciclaje de los bloques de viviendas. «Esto se podría hacer extensivo a otras zonas de la ciudad que tienen edificios de los años cincuenta que se han quedado obsoletos», explicó la profesora.

Llenar o vaciar

De los estudiantes del profesor Joan Roig también surgió una lluvia de ideas muy diversa. Su grupo se subdividió en varios: los que optaron por la edificación de esa nueva avenida (que llevará el nombre Constitución de 1812), aquellos que se decantaron por liberar el terreno y un tercer grupo que propuso dejar un gran espacio en el centro. Esas tres filosofías se materializaron en diferentes propuestas. Una de las estudiantes propuso tres hitos verticales que marcaran el principio y el final de esa nueva vía. Y otra, un sistema de pasarelas y plataformas sobre el frente de la Bahía para tratar de invertir los flujos de población (que ahora mismo van desde el lado de la Bahía hacia la playa). Su idea es establecer polos de atracción en el lado al que tradicionalmente Cádiz ha dado la espalda: el que mira a Puerto Real y El Puerto de Santa María. Esos polos estarían en sintonía con los usos y conceptos que hoy en día tienen los gaditanos de esa zona: un centro pesquero, un balneario, miradores y lugares para simplemente disfrutar de las vistas.

Algunos optaron por trascender el límite de Cádiz y no circunscribirse a lo que pasará en uno de los dos lados del puente. Los estudiantes de Gaia Redaelli ven la Bahía como un «territorio mental». Pero para no quedarse en el terreno de la poesía, quisieron moverse en el de los proyectos concretos, aunque algunos de estos fuera más ironía que propuesta sobre papel, como esa montaña rusa que surge de la tierra y va parar a las aguas de la Bahía haciendo un tirabuzón.

Este puñado de propuestas no pretende quedarse ahí, sino que serán enviadas al Ayuntamiento de Cádiz por si quisiera recoger ideas para el Plan General de Ordenación Urbana, ahora en fase de redacción. Ningún representante del Ayuntamiento, ni de la oposición, ni del equipo de Gobierno, ni el propio concejal se acercaron a oír las propuestas de este grupo de arquitectos. «Ellos se lo pierden», sentenció uno de los organizadores del evento.

mcaballero@lavozdigital.es